Activada una alerta sanitaria al detectarse toxina botulínica en una lata de atún de la marca DIA elaborada en Frinsa
RIBEIRA

El lote fue retirado el 10 de agosto de las tiendas y la cadena insta a los clientes que puedan tener algún envase a devolverlo. No se vendió en Galicia y Frinsa asegura que es «imposible» que se haya contaminado en sus procesos
30 ago 2019 . Actualizado a las 21:42 h.La detección de toxina botulínica en una lata de atún en conserva en aceite de girasol de la marca DIA, envasado por Frinsa del Noroeste, ha motivado la activación de una alerta sanitaria por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. El brote fue detectado al haber enfermado cuatro personas, que comieron una ensaladilla rusa casera que incluía este atún entre sus ingredientes. Tres de los enfermos ya han sido dados de alta y «no hay constancia» de más afectados.
Al parecer, de las 3.400 latas analizadas, solo en una se detectó la existencia de toxina botulínica. El producto fue distribuido por el grupo DIA en supermercados de Valencia, Castila y León, Castilla-La Mancha, Asturias, Cataluña, Aragón, La Rioja, Murcia y Navarra.
«Nuestra primera preocupación desde el principio han sido las personas. DIA, ante la primera sospecha sin confirmar, ha actuado con la máxima responsabilidad y diligencia retirando en menos de 24 horas el lote afectado de Frinsa. Hemos realizado análisis en latas del mismo lote, en un laboratorio externo, acreditado, y todas han dado negativo. Hasta la fecha solo hay un resultado positivo en una única lata del lote producido por Frinsa», ha asegurado María López de Montenegro, directora de calidad del Grupo DIA.
Desde el grupo DIA piden a los clientes que hayan comprado el lote de atún en aceite de girasol de 900 gramos fabricado por Frinsa 19/154 023, con fecha de caducidad diciembre del 2022, que devuelvan el producto en la tienda más cercana.
Asimismo, DIA ha indicado que el lote de atún, de 3.420 latas, fue retirado ya el 10 de agosto de todas las tiendas por iniciativa de DIA, y de forma preventiva, tras el aviso de una posible contaminación por parte de las autoridades sanitarias «con las que DIA ha estado en permanente contacto».
En la jornada de hoy la compañía ha recibido por parte de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria «la confirmación de la presencia de toxina botulínica en el análisis de una única lata». Por este motivo, además de instar a los posibles compradores de dicho lote a su devolución, DIA va a contactar con todos los clientes susceptibles de haber adquirido el producto «utilizando todos los canales que sean necesarios».
Asimismo, la compañía pone a disposición de los clientes un teléfono para resolver dudas a través del servicio de atención al cliente. Se trata del número 912 170 453, que estará disponible 24 horas al día. DIA lamenta los inconvenientes que haya podido causar e indica que «seguirá teniendo los más altos estándares de exigencia en la calidad y seguridad alimentaria en todos sus procesos».
Por su parte, desde la Consellería de Sanidade han indicado que, al tener conocimiento de la alerta sanitaria se comenzó, con carácter inmediato, a recabar información. Se pusieron en contacto con Frinsa del Noroeste para verificar, en una inspección que tuvo lugar el día 13, tanto los controles de producción como los procesos de esterilización. Desde Sanidade indican que no se detectó ninguna anomalía en el proceso de tratamiento de las conservas.
Asimismo, la Administración precisa que se constató que no se comercializó el producto en Galicia. La Dirección Xeral de Saúde Pública de Sanidade realizó durante la mañana una inspección complementaria a la factoría Frinsa, tras recibir la comunicación de la Agencia Española de Consumo. La visita a la industria tuvo por objeto «verificar o mantemento preventivo ao que se somete o autoclave no que se elaborou o lote identificado». Además, Sanidade ha solicitado a la empresa un nuevo estudio de distribución de temperatura y test de penetración del calor del autoclave para verificar su correcto funcionamiento.
Frinsa dice que es «imposible» que la lata esté contaminada por sus procesos
Desde la conservera de Ribeira aseguran que es «imposible» que la lata de atún en aceite de girasol en la que se ha encontrado toxina botulínica esté «contaminada» debido a sus procesos de fabricación, pues destaca que el resto del lote de más de 3.400 conservas se encuentra en estado óptimo.
Así lo han apuntado fuentes de la compañía gallega, que aseguran que «es imposible que una lata tenga botulismo y la de al lado no, porque el pescado es el mismo». La conservera gallega garantiza que se realizan todos los controles de calidad «más allá» de los requeridos por la ley, mientras remarca que «la administración ha acreditado la idoneidad de los procesos productivos en relación con este asunto».
Insisten en que hay «una única lata que fue previamente abierta y manipulada por el consumidor», mientras «el análisis del resto del lote ha resultado absolutamente satisfactorio». «La lata no estaba contaminada debido a nuestros procesos", deja claro Frinsa, que va más allá al remarcar que «esta toxina que produce la bacteria que produce el botulismo es muy raro que se dé en pescado en conserva, es mucho más probable en verduras, hortalizas o en salmueras de pescado en conserva». «Que se pudo contaminar después debido a que se dejó abierta o se mezcló con lo que sea, pues puede ser, los alimentos se estropean si no se conservan adecuadamente», explican. «Si usted lo mezcla en una ensaladilla y luego lo devuelve a la lata ya está contaminado por lo que fuera», añaden.
