El plan de desescalada suscita muchas dudas entre los autónomos y provoca el rechazo total de la hostelería
30 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Espero que me deixen permanecer voluntariamente pechado», afirma el hostelero boirense Óscar España, propietario del Gilligam´s. Precisa que la norma limita a tres las mesas en su terraza: «As contas non saen. É inaudito ter un negocio para perder cartos». Su razonamiento resume el del conjunto de la hostelería de Barbanza, que rechaza el plan de desescalada avanzado por el Gobierno.
De forma especial, los empresarios inciden en la imposibilidad de dar de alta, en estas condiciones, a los trabajadores para los que pidieron el ERTE porque el desembolso multiplicaría los ingresos: «¿Cómo contrato a los mismos camareros? Esta apertura no es una solución para el sector», indica Antonio Lijó, del ribeirense Bar Plaza. En Noia, el responsable de A Tasca Típica, Santi Pascual, sentencia: «Esto es hacer las cosas a medias».
vamos a tener que mirar la fórmula para poner la ropa en cuarentena cuando un cliente devuelva algo»
Si la hostelería está que trina, en el resto de pequeños negocios hay un desconcierto total. El responsable del área on-line de Lolita Moda, Pablo Hermo, comenta: «No tenemos ni idea sobre horarios, restricciones o aforo». Subraya que «vamos a tener que mirar la fórmula para poner la ropa en cuarentena cuando un cliente devuelva algo». Sin embargo, dueños de pequeñas tiendas, como Daniel García, titular de la boirense Baldani, ven insostenible una medida de este tipo.
Sujeto a interpretaciones
Otro de los motivos de queja de muchos empresarios es que consideran que las directrices están muy sujetas a interpretaciones. Lo indica Juan Luis Martínez, gerente del gimnasio Natural Sport, quien mantuvo un encuentro telemático con representantes de este ámbito de actividad.
Si tenemos que abrir con la mitad de aforo, la recuperación de los ERTE debe ser gradual»
Martínez dice: «Creo que no está en absoluto claro dónde estamos reflejados. Se habla de centros de alto rendimiento o de entrenamientos básicos. Si tenemos que abrir con la mitad de aforo, la recuperación de los ERTE debe ser gradual. Nosotros ya estamos diseñando un protocolo, pero alguien tendrá que refrendarlo de forma oficial».
Lucía Lampón: «Un aforo do 30 % resulta insuficiente para cubrir gastos»
De forma periódica, Lucía Lampón acude a su pequeño establecimiento hostelero de Ribeira para ver que todo está en orden y, como dice ella, «para limpar sobre o limpo». Explica que no tiene otro medio de vida, por lo que las restricciones de aforo le van a poner las cosas complicadas: «Terei que facer que sexa viable». Cuando se le pregunta por el futuro, no lo ve con demasiado optimismo: «A xente non vai vir coma antes. Eu tamén fago bocadillos e pode que por aí teña algunha alternativa. Todo resulta moi confuso á hora de saber como podemos actuar».
Cando poidamos usar o interior, como faremos coa xente que entra e sae? Vexo difícil que poidan evitarse os contactos»
Para empezar, a Lucía Lampón le va a resultar imposible abrir la terraza, dado que carece de ella. En la parte exterior de su negocio solamente hay un par de barriles de vino que, con una tabla encima, funcionaban como mesa antes de que el coronavirus transformase la vida de los ciudadanos: «Eu vexo esta norma fatal. Un aforo do 30 % resulta insuficiente para cubrir gastos. Xa funcionando normal costa sacar cartos». Además, se pregunta: «Cando poidamos usar o interior, como faremos coa xente que entra e sae? Vexo difícil que poidan evitarse os contactos».
Lorenzo Novo: «A fase das terrazas é ridícula, inviable para locais pequenos»
El dueño de la jamonería ribeirense O Tear, Lorenzo Novo, expresa claramente su disconformidad con el avance del plan de desescalada: «A fase das terrazas é ridícula, inviable para locais pequenos». Novo regenta un negocio en el que no existen demasiadas opciones para guardar distancias, ni dentro ni en la terraza, donde aprovecha parte del espacio de una calle peatonal. Con sorna, afirma: «O 30 % implica que poderei colocar dúas mesas e cuarto. Eu non abro nestas condicións e agardo que sexa optativo».
Tiven que pedir financiación para sufragar os gastos fixos durante dous meses»
El pasado mes, los dueños del local que ocupa le perdonaron el pago del alquiler, pero hay una serie de desembolsos fijos a los que ha tenido que hacer frente: «Tiven que pedir financiación para sufragar os gastos fixos durante dous meses. Para min, a xamonería é a única fonte de ingresos».
Manifiesta no encontrarle sentido a una apertura como la propuesta: «Non vas dar de alta aos traballadores para dúas mesas porque é insuficiente para xerar ingresos. O problema vai ser que me deixen continuar co ERTE. Non se permite a ocupación interior, pero os virus veñen e van. Acaso a xente non vai poder entrar ao baño?».
Loli Calo: «No puedo atender a una novia con una mampara»
Propietaria de un establecimiento especializado en la venta de trajes de novia y de prendas para eventos, Loli Calo comentaba intentando quitarle hierro a la nueva situación: «Me río por no llorar. Realmente, no sé a lo que me voy a enfrentar».
yo visto a las novias. Estoy cerca de ellas»
Para ir avanzando, comenta que ha iniciado un proceso de desinfección integral de la tienda: «Supongo que pondré guantes para atender a las clientas, pero yo visto a las novias. Estoy cerca de ellas». Loli Calo es consciente de la necesidad de aplicar unas normas de prevención inexistentes hasta ahora, pero también incide en la dificultad de implementar otros aspectos sobre los que se especula: «No puedo atender a una novia con una mampara. Como esto no se aclare un poco desconozco lo qué haremos».
La profesional señala que está en contacto con las clientas que ya le habían encargado trajes: «No tengo ningún problema con ellas». Sin embargo, matiza que ellas tampoco saben en qué condiciones podrán casarse y si en la fecha fijada para su ceremonia estarán ya permitidos los eventos y con qué aforos.
En cuanto a la necesidad de fijar citas, no le preocupa: «Yo siempre lo he hecho así. Lo que no sé es qué sucederá si te prolongas más de lo esperado y llega la siguiente clienta. Desconozco si podrá pasar o no al establecimiento».
Marisé Mariño: «Necesitamos que nos digan cuáles son las bases para abrir»
La propietaria de la tienda de moda Ribalá de Ribeira, Marisé Mariño, fue clara al comentar que el plan del Gobierno tiene muchos interrogantes: «Necesitamos que nos digan cuáles son las bases para abrir». Socia de la patronal de Ribeira, indica que hoy está convocada una reunión de la asociación «donde supongo que nos aclararán muchas de las cuestiones».
Tenemos que conseguir que los clientes se sientan seguros»
La profesional tiene claras las prioridades: «Tenemos que conseguir que los clientes se sientan seguros». Como medida de precaución y teniendo en cuenta las dimensiones de su establecimiento, ya tiene pensadas algunas acciones: «Limitaré el acceso a dos personas».
Al igual que otros empresarios del sector, tiene un portal on-line para la venta de prendas. Sin embargo, reconoce que el movimiento ha sido pequeño: «La gente no sale a la calle y no necesita prendas. Además, hay mucha gente afectada económicamente».
Mónica Calo: «Estou pensando en facer quendas de dúas persoas»
Propietaria de dos salones de belleza, Trukos en Boiro y Máis Trukos en Ribeira, Mónica Calo sabe que si algo va a tener en abundancia son clientes: «Todo o mundo precisa ir á peluquería». De hecho, reconoce que son numerosos los clientes que le han llamado con el fin de obtener una cita lo más pronto posible. Otra cosa será la organización del trabajo teniendo en cuenta las distancias de seguridad: «Estou pensando en facer quendas de dúas persoas e en ampliar o horario de atención. Teremos que traballar máis horas».
o das pantallas non o teño claro. Supón un desembolso elevadísimo para un tempo limitado»
La empresaria comenta que han sido cuantiosos los gastos durante el período de cierre: «No de Ribeira non me cobran o aluguer». También se siente afortunada porque este mes percibió la subvención de 693 euros por el cese de actividad: «Supón unha grande axuda neste momento».
Gel desinfectante, guantes y distancia de seguridad son varias de las medidas que pondrá en marcha cuando abra, pero hay otros aspectos que le ofrecen más dudas: «Imaxino que tamén atenderemos á xente con mascaras. Pero o das pantallas non o teño claro. Supón un desembolso elevadísimo para un tempo limitado».
A punto de retomar la actividad, la mayor preocupación de Mónica Calo es la elaboración de un protocolo que le permita desempeñar su labor con el menor riesgo.