A Manuel Ruiz le ha tocado, como alcalde, vivir la crisis del 2008 y ahora esta, y se lamenta de no haber podido aprovechar un período de vacas gordas que parecía que estaba llegando. Calcula, no obstante, que esta recesión será más en pico que la otra, que fue larga, y que el 90 % de la economía se recuperará. No obstante, reconoce que el 2020 será un año cero en todos los sentidos, y el 21 será complicado para los concellos, que recibirán un 30 % menos de fondos del Estado. Pone el comienzo del próximo año como el inicio de la recuperación a nivel comercial, salvo en determinados sectores, y está convencido de que la sociedad en general acabará estando más preparada para afrontar otras pandemias tras haber vivido esta, la más grave del último siglo.
-En todas las crisis fluye lo mejor y lo peor de las sociedades. ¿Qué es lo mejor de Ribeira?
-La solidaridad de tanta y tanta gente donando lo que tiene: material, dinero alimentos, predisposición para trabajar. Esos sectores vocacionales que se entregan en cuerpo y alma: sanidad, Protección Civil, emergencias..., la Policía Local, que la gente la tenía como la que mete las multas... Son muchas cosas que hay que poner en el lado positivo, en las que se ve la fortaleza de un pueblo, de una sociedad.
-¿Y lo peor?
-El miedo que saca de la gente lo peor de sí misma, hasta el punto de coger la mascarilla del vecino; o que estimula la inconsciencia de aquel tan valiente que se salta todo; o el tío que te quiere cobrar diez euros por una protección que le costó 0,20.
-¿Y a nivel político?
-Hay cuatro grupos en la oposición y tres siempre estuvieron atentos a cualquier requerimiento que se le hizo para buscar consensos y acuerdos. Hay un partido que no renunció al populismo barato y demostró que está ahí por rencor, a pesar de que se le ofreció dejar de un lado las rencillas, si las hubiera, por el interés de Ribeira. Es lo más triste que me cuesta decir. Los dirigentes de este partido están en contra del 90 % de la gente que quería que llegásemos a acuerdos. Le enviamos la propuesta del gobierno, y ni siquiera se dignaron a responder. Dicen que no queremos debatir la suya, cuando lo lógico es que la iniciativa parta del gobierno y que ellos negocien incorporar lo que consideren oportuno, como han hecho las demás formaciones. Ellos apostaron por el populismo barato y la mentira.