Controles arqueológicos de saldo en Barbanza. Concursos públicos con precios por debajo del convenio llevan la precariedad al sector

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Cualquier actuación que afecte a un yacimiento arqueológico o al ámbito de protección de uno ( en la imagen, A Miserela) requiere la realización de un control por parte de profesionales
Cualquier actuación que afecte a un yacimiento arqueológico o al ámbito de protección de uno ( en la imagen, A Miserela) requiere la realización de un control por parte de profesionales CARMELA QUEIJEIRO

La licitación de los trabajos para proteger una mámoa en Ribeira ha levantado ampollas en la profesión

24 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No es un problema que se circunscriba al ámbito local o comarcal, sino que incluso trasciende las fronteras de Galicia, pero ha sido la licitación de un control arqueológico en Ribeira la que ha colmado el vaso y ha desatado la reacción de arqueólogos vinculados a Barbanza, que denuncian que las propias Administraciones favorecen la precarización de su profesión convocando concursos con precios por debajo del convenio.

La intervención en cuestión a la que aluden en un escrito está vinculada a la modificación puntual del planeamiento urbanístico de Ribeira para habilitar el suelo necesario para el tan demandado polígono industrial. En ese espacio se encuentra un bien catalogado, la mámoa de Pedras Vermellas, por lo que la Dirección Xeral de Patrimonio estableció una serie de medidas para su protección que incluyen la ejecución de sondeos mecánicos y manuales y un control arqueológico de los movimientos de tierra a realizar. El pliego para llevar a cabo estos trabajos está publicado y ha suscitado quejas por varios motivos.

Por un lado, se cuestiona la valoración económica del proyecto, sobre todo la relativa a la redacción de informes y memorias, que está «moi por debaixo dos actuais prezos de mercado». También se señala que «aparentemente, non se está a cumprir o convenio colectivo para a actividade arqueolóxica» en cuanto al personal necesario para la intervención, ni se tienen en cuenta partidas necesarias para este tipo de actuaciones como el estudio de material, el procesado de muestras o el gasto en material fungible. Y se critica que «o único criterio para a adxudicación é a oferta económica máis vantaxosa».

Al margen de estas cuestiones relativas al proyecto de Ribeira, los profesionales del sector se quejan de que «a devaluación dos prezos leva consigo unha devaluación da calidade dos traballos e supón tamén a consolidación da precariedade laboral que afecta a boa parte da profesión».

Menos calidad

Esta opinión es generalizada en un sector desde el que explican que hay empresas, autónomos e incluso profesionales de universidades que asumen trabajos por debajo de los precios que vienen fijados en el convenio laboral: «Hai unhas tarifas establecidas que non se están respectado».

De esta opinión es Mario César Vila, que ha trabajado en diversos proyectos en la comarca y conoce bien los problemas del sector ya que fue su primer delegado sindical: «Antes de ter un convenio, en moitos casos o noso soldo estaba por debaixo do salario mínimo», y añade: «O que non pode ser á hora de facer un traballo é que non se acolla a uns mínimos de calidade». En este sentido, explica que es una realidad que existen convocatorias que no cumplen el convenio, y eso tiene consecuencias, no solo sobre los profesionales, sino sobre lo que hacen: «Iso repercute na calidade do traballo que se fai e non pode ser, porque estamos a falar de patrimonio. Non podemos facer un control arqueolóxico sen facelo».

En este sentido, otras voces del sector apuntan que lo que ocurre es que no se da a su actividad el valor que tiene: «As políticas culturais en xeral son as que son e dáse moi pouca prioridade a todo o que teña que ver co patrimonio, non se considera algo útil e necesario».

Respuesta del Concello

En lo que respecta al caso concreto de Pedras Vermellas, el Concello de Ribeira aclaró que es falso que el único criterio sea la valoración económica, que supone 48 puntos de cien, y que, por descontado, en los trabajos a desarrollar se cumplirá la normativa.

Apuntan que los pliegos se redactaron con el asesoramiento de expertos arqueólogos y que en las consultas formuladas a través del perfil del contratante no se hizo ninguna observación sobre los supuestos incumplimientos.

Carlos Rodríguez Rellán

«É moi difícil establecer un proxecto vital neste sector»

Ha trabajado en excavaciones en la sierra barbanzana, pero Carlos Rodríguez Rellán reconoce que su perspectiva de la arqueología es académica. Sin embargo, conoce bien el problema de la precariedad laboral en el sector, a la que no es ajena el mundo universitario: «É moi difícil establecer un proxecto vital dedicándose á arqueoloxía. Eu agora por fin podo aspirar a certa estabilidade, pero fóra de Galicia e despois de pasar por EE.UU., Francia e Portugal e traballar con bolsas polas que nin sequera cotizaba».

En su opinión, la causa de esta situación tiene una base fundamental: «O desprestixio actual das humanidades. A xente non entende que haxa que parar a obra dunha autovía por uns restos de hai miles de anos».

Julián Bustelo

«Que a propia Administración tire os prezos é o peor»

El arqueólogo rianxeiro Julián Bustelo reconoce que en los concursos públicos siempre aparecen profesionales dispuestos a asumir los trabajos que se ofertan aunque eso suponga hacerlo por un coste inferior al que estipula el convenio gallego, uno de los primeros en aprobarse en España, pero en su opinión eso no es lo más grave de este asunto: «Que a propia Administración tire os prezos é o peor, é incluso difícil cubrir gastos atendendo aos custes habituais dunha intervención».

Por esta razón, las considera cómplices de la situación que vive el sector: «As Administracións seguen promovendo a depreciación do traballo arqueolóxico, e iso leva consigo maior precariedade dos profesionais e incide na calidade dos proxectos».