Hi José Visente! How are you? Qué tal che vai? ¡Cuánto me alegro de verte! Así, con total naturalidad, en tres idiomas, se pueden escuchar conversaciones entre hombres y mujeres, jóvenes y mayores, en las concurridas terrazas de Palmeira. Se trata de un colectivo de personas oriundas de nuestro pueblo. Unas son residentes y otras ciudadanas de los Estados Unidos, constituyendo la más populosa colectividad que una sola parroquia puede tener en la East Coast de USA.
El nivel laboral e intelectual de estas palmeiranas y palmeiráns es elevado y, por ello, en verano, además de disfrutar de la familia y amigos en su pueblo, en los últimos años, su afán cultural les lleva a viajar al resto de Galicia, de España y de Europa; para que sus hijos conozcan lo que a la mayoría de ellos les fue negado. De esta manera, contribuyen a construir una cultura cosmopolita, alejada de los tópicos localistas.
—Oh yeah! It is good to visit other places. You know. Queremos que os fillos coñezan otros lugares de Galicia, España e Europa— vuelven a decir en tres idiomas con total naturalidad.
A mí eso me encanta. Me parece un gran potencial de cultura. Por una parte, estos convecinos tienen el mérito de haberse incorporado plenamente al sistema del gran país estadounidense. Unos por razón de nacimiento (no nos sorprenda que lleguemos a ver un presidente oriundo de Palmeira) y otros por su plena integración en la vida y en el mercado laboral de USA.
Los americanos de Palmeira, son capaces de dialogar, pensar y creo que soñar a un tiempo en la lengua anglosajona y en las dos lenguas latinas que mamaron sus ancestros.
—Hello José Visente! Está feito un chaval. Estuvimos ayer con su hijo y con Pili. It was great! Look filla: this man is Chento’s father.
—Oh yeah dad! I like Fredy, Chento’s dog!
—O can do meu fillo é máis popular ca moitas persoas —y mirando cariñosamente a la niña —What a pretty girl! How old are you?
—Tengo… teño sinco anos.
Mientras yo, sonriente, le agradezco a la niña su esfuerzo idiomático, seseo incluido, mi interlocutor echa mano de su móvil y, con total naturalidad, atiende una llamada en inglés procedente de algún familiar, amigha ou amigho, con los que tomará unas beers, al tiempo que disfrutan de sus cortas y habituales tres semanas de vacaciones. Pronto sus risas y comentarios de actualidad —en modo trilingüe alegrarán las terrazas de Palmeira, mientras los demás visitantes se sorprenden y admiran la facilidad con que mezclan las lenguas de William Shakespeare, de Cervantes y de nuestra Rosalía.
—By the way José Visente, qué carallo is going on with the doctor in Palmeira?
Que nuestros vecinos sigan así y ojalá nunca pierdan las raíces que hacen florecer esta fuente de cultura como es la riqueza idiomática.