La oposición rechaza los presupuestos y reprocha a Ruiz que no los negociase

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

MARCOS CREO

El gobierno asegura que la decisión tendrá importantes consecuencias

22 nov 2022 . Actualizado a las 20:14 h.

Por lo general, cuando se debaten unos presupuestos municipales, de lo que más se habla es de las inversiones. Sin embargo, en el pleno extraordinario que reunió a la corporación de Ribeira este lunes eso fue casi lo de menos porque a estas alturas del año poco margen queda para la ejecución de obras con cargo a las cuentas del 2022, que son las que el gobierno pretendía aprobar. Pero se topó de frente con la oposición, que tumbó el proyecto económico, calificó que «chantaxe» el planteamiento del ejecutivo ribeirense y reprochó al alcalde, Manuel Ruiz, que no se hubiera sentado a negociar un documento que finalmente no salió adelante.

Ruiz Rivas abrió la sesión explicando la importancia de dar luz verde a las cuentas del 2022 a pesar de que no entrarían en vigor hasta, como pronto, mediados de diciembre. Apuntó que sacar adelante el proyecto, por un importe de más de 32,9 millones de euros, era vital para hacer frente a determinados compromisos e incorporar 971.000 euros procedentes de los tributos del Estado: «Non hai as debaixo da manga, o goberno xa gastou o que tiña que gastar, aquí non estamos debatendo un orzamento de 33 millóns, senón a onde van eses 971.000 euros».

El objetivo del gobierno local era destinar esos recursos, por un lado, a hacer frente al incremento del gasto energético, y, por otro, a la elaboración de la relación de puestos de trabajo y la subida del 1,5 % del sueldo a todo el personal municipal, tal y como aprobó el Gobierno central, así como mejoras en el convenio colectivo. Como «débeda histórica cos traballadores» calificó la concejala Ana Barreiro estos acuerdos laborales, que repitió lo dicho por el regidor: sin presupuestos nada de esto podría aplicarse a comienzos del 2023. «Alongar a prórroga dos orzamentos do 2021 pode ter graves consecuencias», advirtió Ruiz Rivas.

Sin margen

Sin embargo, los argumentos no fueron admitidos por la oposición. Xurxo Ferrón, portavoz de Suma Ribeira, se preguntó si había que esperar a la recta final del año para llevar a pleno unos presupuestos tan vitales y si no se valoró antes las posibles consecuencias de no aprobarlos. «Tráennos isto sen marxe de manobra para negociar, é unha encerrona política, dinnos que ou isto ou nada. É unha chantaxe que non estamos dispostos a admitir», ahondó.

Pese a que Ruiz replicó que a estas alturas el grueso del presupuesto está ya comprometido y que no hay margen para negociar inversiones, el reproche de la falta de diálogo fue también uno de los hilos conductores de Luís Pérez Barral, portavoz del BNG: «Excluíronnos de calquera tipo de diálogo, só recibimos a súa chamada hai dous días para dicirnos que se non se aprobaban os orzamentos caerían as dez pragas bíblicas sobre Ribeira».

Pérez Barral fue muy crítico con unos presupuestos «que nin son históricos nin son os que Ribeira necesita para saír desta crise económica, son os orzamentos dun goberno esgotado e centrado en dilapidar cartos en grandes obras que sempre acaban multiplicando o seu custo».

El portavoz nacionalista afeó el bajo porcentaje de ejecución de los dos últimos presupuestos, un aspecto al que también aludió el socialista José Manuel Suárez-Puerta, quien recordó que el año pasado el PSOE aprobó las cuentas porque se llegó a un consenso, y enumeró las actuaciones que aparecían recogidas en aquel acuerdo y que «seguimos esperando». «Lo que hay que hacer es ejecutar las obras», remarcó antes la anunciar su abstención: «Estamos de acuerdo con las retribuciones de los trabajadores municipales, pero no podemos aprobar estos presupuestos».

Baja ejecución

Sin el «sí» de los tres grupos de la oposición, a esas alturas del pleno ya parecía evidente que el proyecto económico del gobierno de Ruiz no lograría los apoyos suficientes. Y así fue. El PBBI, por boca de Herminia Pouso calificó de «tomadura de pelo» el discurso del ejecutivo. «O que me estraña é que traia isto sen negociar con ningún grupo», añadió.

Volvió también sobre una idea que ya había apuntado anteriormente el BNG sobre unos presupuestos que considera hinchados: «Todos coñecemos a súa enxeñería financeira, capaz de elevar as cifras de calquera maneira». Y criticó también la baja ejecución presupuestaria.

Pese a que a Ana Barreiro le parecía «imposible non estar de acordo con esta actualización orzamentaria», el gobierno local no logró los apoyos necesarios para aprobar el documento y el alcalde levantó la sesión con un evidente descontento.