La maltratada de Ribeira consigue empleo: «Por fin puedo asegurar el pan de mis hijos»
RIBEIRA
La ribeirense trabajará de lunes a sábado cuatro horas por la mañana en una casa, y completará la jornada con otras limpiezas
07 feb 2024 . Actualizado a las 17:27 h.Encantada, ilusionada y «tremendamente agradecida» por todas las muestras de apoyo y cariño que le han llegado en los últimos días. Así está Esther López (un nombre ficticio porque tiene miedo a desvelar su identidad), la ribeirense víctima de malos tratos que buscaba trabajo para no quedarse en la calle con sus dos hijos, y que por fin puede decir que ha encontrado «una oportunidad para poder tirar para adelante».
La han contratado para una casa donde trabajará cuatro horas por la mañana de lunes a sábado, y luego intentará conseguir alguna limpieza más por las tardes. «Con este empleo sé que tengo algo seguro, que voy a poder cobrar para pagar el alquiler y las facturas, y no andar pendiente de si me sale alguna cosa o no», afirma la mujer, que no puede ocultar su alegría. «Por fin puedo asegurar el pan de mis hijos y el techo de mis hijos», insiste, para luego dar las gracias a todas las personas que estos días han querido echarle una mano de una u otra forma.
De hecho, antes de que surgiera este puesto, un empresario ribeirense también le ofreció un contrato para limpiar su local, pero eran muy pocas horas al mes. Sin embargo, había aceptado sin dudarlo cuando se puso en contacto con ella, «porque todo va sumando, pero ahora con este trabajo nuevo no es compatible, así que lo he tenido que llamar para explicárselo y darle las gracias por intentar ayudarme».
Estos días Esther ya mira el mundo de otra forma, más positiva, e incluso ya hace planes para este verano, «porque es cuando más trabajo hay para limpiar casas, y eso me dará más tranquilidad. Ahora en invierno está todo muy parado y muy mal, incluso mis antiguos compañeros de la lonja dicen que no hay casi movimiento», apunta.
Mientras tanto, ella va a seguir tirando para adelante, «como he sobrevivido siempre», y espera seguir contando con la colaboración del personal de Servizos Sociais de Ribeira, «que me han ayudado mucho y desde el Concello me han dado un cheque de 150 euros para comprar comida», apunta Esther López. En este sentido, también aprovecha para incidir en que para personas como ella, más que las ayudas de alimentación o en metálico, que evidentemente son necesarias cuando estás en una situación de emergencia social, el mejor apoyo que pueden recibir de las Administraciones es el respaldo para que encontrar un trabajo y poder valerse por ellas mismas. «Lo que he conseguido hasta ahora ha sido gracias a buscarme la vida y entregar currículos», reconoce.
La ribeirense tampoco se ha olvidado de que su llamada de socorro fue escuchada en Suiza, donde Ana Lucía Romero, una auxiliar de enfermería que trabaja en Ginebra conoció su historia a través de La Voz y no dudó en contactar con ella para poder echarle una mano.
«Al día siguiente de hablar, ya me llegó el dinero para el alquiler del piso. Yo agradezco todo su apoyo y su buena intención porque llegó en un momento complicado y la tuve que aceptar porque ella insistió mucho. Pero lo que de verdad quiero es trabajo, trabajo, trabajo», declara la ribeirense, que cree que por fin ha cambiado su suerte y puede iniciar un nuevo camino para ella y sus hijos.
Pagar el alquiler y mantener a su familia
A los 280 euros que Esther López paga cada mes por el alquiler del piso en el que viven, se añaden también la factura de la luz, así como las gastos de manutención, ropa y demás necesidades de sus dos hijos menores de edad. La ribeirense, cuyo ex marido fue condenado a cinco años de prisión por maltratarla, asume que siempre ha sido una superviviente y que por eso no le tiene miedo al trabajo. «Es mi responsabilidad cuidar a mis hijos y darle un techo para cobijarse», concluye.