Siete detenidos de un clan familiar en Santiago y Ribeira por fraudes en contratos de telefonía y compra de móviles
RIBEIRA
Usaban estrategias como el "phising" para obtener datos de las víctimas, usurpando su identidad, y todavia hay cuatro arrestos más pendientes
23 dic 2024 . Actualizado a las 15:06 h.La Guardia Civil de A Coruña, ha desarticulado un grupo criminal de carácter familiar asentado en Santiago de Compostela y Ribeira, con siete personas detenidas y cuatro más pendientes de arresto, por fraudes en contratos de telefonía móvil y compraventa de dispositivos electrónicos en varias provincias españolas.
En el marco de la operación Torino, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago y realizada por el Equipo@Coruña de la Guardia Civil, se han esclarecido 55 hechos delictivos relacionados con la usurpación de identidad en diversas provincias, como Alicante, Granada, Málaga, Girona, Madrid, Lugo y Pontevedra, entre otras, según informó la benemérita a través de un comunicado recogido por Efe.
También, la creación fraudulenta de 141 líneas telefónicas y la adquisición ilícita de 132 terminales móviles, con un valor estimado de 26.000 euros, ha informado la Guardia Civil este lunes en una nota de prensa.
El grupo criminal, que usaba estrategias de ingeniería social como el 'phishing' para obtener datos personales de las víctimas, se dedicaba a la usurpación de identidad, al blanqueo de capitales, estafa continuada y falsedad documental, utilizando identidades falsas para cometer fraudes y obtener un beneficio económico ilícito.
La investigación se inició tras una denuncia presentada por una operadora telefónica que detectó numerosas reclamaciones de clientes afectados por la contratación fraudulenta de líneas y la compra de terminales móviles a su nombre, sin su conocimiento ni consentimiento.
Tras meses de investigación, el Equipo@Coruña identificó a los integrantes del grupo criminal, que operaban principalmente desde Santiago.
A través de redes sociales y plataformas de compraventa de productos entre particulares, los delincuentes engañaban a sus víctimas para obtener sus datos personales. Posteriormente, utilizaban esta información para contratar líneas telefónicas y adquirir dispositivos electrónicos de alta gama, que luego eran revendidos en comercios de segunda mano.
Este 'modus operandi', conocido como «fraude de solicitud», causó graves perjuicios a las víctimas ya que no solo adquirían deudas con las operadoras, sino que eran incluidas en listas de morosos y enfrentaban reclamaciones judiciales, e incluso llegaron a ser citadas en juicios o estar sujetas a órdenes de búsqueda.
Por eso, no solo genera importantes pérdidas económicas para las operadoras sino que supone un grave impacto emocional y financiero para las víctimas, según explica la Guardia Civil, que recuerda la importancia de proteger los datos personales y verificar la seguridad de las transacciones realizadas a través de internet, especialmente en redes sociales y plataformas de compraventa.