El plan Life para la conservación del oso pardo ha catalogado 192 construcciones en este territorio
06 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La localización de las alvarizas de la sierra de O Courel es accesible por primera vez en un visor cartográfico gracias al proyecto Life de conservación del oso pardo, dentro del cual se ha realizado una catalogación sistemática de los colmenares tradicionales existentes en este territorio. En el área geográfica donde se desarrolla este plan inventariaron en total 192 colmenares tradicionales, situados en su mayor parte en las laderas orientadas al sur y más expuestas a la luz solar, que ofrecen unas mejrores condiciones para la producción apícola. El visor indica la situación de estas construccciones y ofrece también información básica de cada una de ellas recogida durante el trabajo de campo.
Formas variadas
La Fundación Oso Pardo -que coordina este plan y ofrece un acceso al visor cartográfico en su página web- señala que la mayor parte de estas antiguas construcciones para la protección de los colmenares son «estructuras de muro completo y forma redonda, aunque se han detectado algunas de forma ovalada, en herradura o de muros incompletos asociados a un saliente rocoso o talud». Las alvarizas -llamadas alvares en la zona- están formadas por muros muy gruesos, de más de setenta centímetros de espesor, coronados por salientes en voladizo. La mayoría de ellas, añaden desde la fundación, están hoy fuera de uso, aunque todavía hay algunas en actividad.
Los responsables del inventario de alvarizas dicen por otro lado que en algunos casos la utilización de estas construcciones para proteger las colmena «es una opción interesante en la actualidad». Las alvarizas o alvares, asimismo, forman parte de la arquitectura tradicional gallega en piedra seca que la Unesco reconoció recientemente como patrimonio inmaterial de la humanidad.
La catalogación de estas estructuras fue coordinada por Martiño Cabana, Roberto Hermida e Israel Ferrero, con la participación de la referida fundación, la Asociación Galega de Custodia del Territorio (AGCT) y la Asociación Galega de Apicultura. El plan en el que se enmarca esta iniciativa empezó a desarrollarse en julio del 2017 y continuará hasta diciembre del 2020. Además de la Fundación Oso Pardo y la AGCT, en el proyecto colabora la Xunta. La financiación corre a cargo del plan Life de la Unión Europea, la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y la empresa Naturgy.