«Temporales extremos que eran cada cien años podremos verlos cada año»
BIODIVERSA GALICIA
Losada asegura que en el caso de Galicia será necesario cambiar la gestión de la costa para reducir los impactos
13 nov 2019 . Actualizado a las 21:19 h.Todavía estamos a tiempo de evitar los peores efectos del cambio climático. Pero hay que actuar de inmediato. Es el mensaje que lanza Íñigo Losada Rodríguez, director del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria y responsable del capítulo sobre Eventos extremos, cambios abruptos y riesgos del reciente informe sobre océanos y criosfera del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Losada presenta hoy el estudio en la Universidade de Vigo (Edificio Miralles, 10.30 horas) en un acto académico organizado por la cátedra Naturgy sobre energía y sostenibilidad, dirigida por Xavier Labandeira y Juan Añel.
-Subida del nivel del mar, aumento de la temperatura del agua, acidificación... Son amenazas ya conocidas. ¿Qué ha cambiado ahora entonces con respecto al anterior informe?
-Que todos los indicadores de cambio que ya habíamos visto anteriormente se están acelerando. En esta última década el nivel del mar se ha incrementado, con una aceleración casi dos veces y media con respecto a lo que vimos en el siglo pasado. Es una de las cosas que más nos preocupa, conjuntamente con el aumento de la temperatura del mar, la acidificación o la pérdida de oxígeno.
-Sobre el aumento del nivel del mar. ¿Por qué se ha revisado la proyección al alza?
-Fundamentalmente por el efecto del deshielo en la Antártida y Groenlandia. Hemos incrementamos en 10-15 centímetros el valor medio global.
-Con una subida del nivel del mar de 1,1 metros de aquí a final de siglo dibujada en el peor de los escenarios. ¿En qué situación quedaría Galicia?
-En Galicia, el aumento medio del nivel del mar ha ido históricamente en consonancia con el nivel medio general, por lo que, en principio, los cambios globales que se proyectan van a ser los mismos para Galicia. ¿Esto que significaría? Desde el punto de vista del aumento medio del nivel del mar lo que se prevé es la inundación permanente de las zonas de costa baja. Pero también mostramos que va a aumentar la frecuencia de los eventos extremos, de los temporales extremos. En el peor de los escenarios, los eventos extremos que en muchas zonas del mundo se producen con un retorno de cien años, a finales de siglo pasarán a producirse anualmente.
-Sí, pero esta última situación ocurrirá también en Galicia.
-Los niveles extremos que ahora estamos viendo una vez cada cien años, en promedio, ahora pueden llegar a producirse una vez al año. Estos fenómenos, que en Galicia especialmente coinciden con pleamares, mareas vivas o grandes oleajes, producen una erosión muy importante de la costa e inundaciones en puertos y paseos marítimos. Eventos extremos como el que vimos en el 2014 van a ser mucho más frecuentes.
-¿Estos cambios nos obligan también a cambiar la gestión que hacemos de la costa?
-La gestión de la costa tal y como la tenemos ahora tendrá que cambiar sensiblemente, porque, primero, el dominio público marítimo-terrestre que tenemos ahora ya no será el mismo. Segundo, porque el número de eventos extremos que pueden producir daños tendrán una frecuencia mucho mayor y debemos adaptarnos.
-¿Pero qué actuaciones concretas habría que realizar?
-Reducir los elementos expuestos y reducir la vulnerabilidad de la costa. Y eso solo se puede hacer si cambiamos nuestra política de gestión, lo que nos obliga a modificar las zonas donde no se puede edificar, o donde hay que hacer un tratamiento de protección, lo que solo se puede hacer a través de la ampliación del dominio público marítimo-terrestre o a través del ordenamiento territorial y de los planes urbanísticos en zonas próximas a áreas inundables.
-Y en las zonas construidas ya expuestas, ¿qué se puede hacer?
-Solo nos queda protegernos. Y solo podemos hacerlo a través de infraestructuras de protección o haciendo uso de los servicios de protección que nos dan los ecosistemas, como son los estuarios, las marismas, las dunas, los humedales. En Galicia, los estuarios, las rías o las zonas dunares son esenciales para la protección de la costa y lo que hay que hacer es conservarlos y restaurarlos.
-¿Hasta qué punto debe preocuparnos también el incremento de la temperatura del mar?
-Debe preocuparnos bastante, porque es de los elementos que más se está acelerando. El océano está captando, prácticamente desde los años 70, el 90 % del exceso de calor que está produciendo el calentamiento global. Esto produce un aumento de la temperatura del agua que genera problemas importantes en diferentes ecosistemas, en la producción primaria e, indirectamente, en un tema que preocupa mucho a Galicia, como es el de las pesquerías.
-¿De qué aumento hablamos?
-Las proyecciones que tenemos para Galicia hablan de que, en algunos escenarios, las temperaturas a finales de siglo podrían aumentar entre 2 y 3 grados. En el peor de los casos, el número de olas de calor en el agua se pueden multiplicar hasta por siete con respecto a los últimos 30 años.
«Aún estamos a tiempo de revertir el desastre, pero cada vez queda menos»
Íñigo Losada asegura que las proyecciones del informe de cambio climático también apuntan a una reducción de las pesquerías que afectará a la flota artesanal.
-¿Cómo afectarán a las pesquerías los cambios previstos?
-El informe tiene proyecciones sobre pesquerías, sobre el potencial máximo de capturas pesqueras, y es variable. Hay algunas zonas del mundo donde aumenta y en otras en donde disminuye. Y en estas últimas, en el peor de los escenarios se habla de reducciones de entre un 30 % y un 40 %. En la pesquería tradicional esto puede tener consecuencias importantes.
-En general, ¿estamos a tiempo de evitar el desastre?
-Sí, totalmente. Si nosotros implementamos acciones de forma inmediata en mitigación y en adaptación podemos hacerlo. En términos generales, las proyecciones del informe muestran claramente que si nosotros vamos a políticas de mitigación importantes podremos reducir considerablemente las consecuencias de muchas de la amenazas que se están proyectando. Y es que no nos queda otra. Y si queremos mantener la mayor parte de las actividades de la costa y que muchos de nuestros ecosistemas sobrevivan también habrá que tomar medidas importantes de adaptación al cambio climático.
-¿Llegará con los objetivos del Acuerdo de París?
-Con eso mejoraríamos considerablemente la situación. Pero la cuestión es que la ventana es cada vez más corta, porque aunque es cierto que tenemos un acuerdo su implementación todavía no llega. No hay un compromiso todavía suficiente por parte de las administraciones en el mundo como para garantizar que vamos a poder llegar a los niveles necesarios de reducción de gases de efecto invernadero.
-Pese a todo, ¿es optimista?
-Aún estamos a tiempo para evitar el desastre, pero cada vez queda menos tiempo.