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Las momias del antiguo Egipto cobran vida para los niños

La Voz

CARBALLO

E. SILVEIRA

ELENA SILVEIRA EN DIRECTO Los padres del colegio de Caión representan para sus hijos una obra de teatro

07 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Se abre el telón. Aparece un despacho con una secretaria y el agente Brosio, Am-Brosio. Su número, el OOO, le confirman como el peor investigador secreto del mundo y un verdadero peligro si tiene un arma de fuego entre sus manos. De todas formas, los jefes del servicio de inteligencia lo envían, junto con la agente File Mona, a un museo de Egipto, donde se están cometiendo unos misteriosos robos de joyas. Éste es el comienzo de la obra de teatro Roubo en Exipto que un grupo de padres del colegio de Caión (A Laracha) ha preparado para sorprender a sus hijos en la fiesta de carnaval. Lo curioso del caso es, precisamente, que han sido los mayores los que han tomado la iniciativa y, con mucho esfuerzo, han escrito el texto (labor de Mosquera), confeccionado sus trajes y guardado en secreto la actividad durante más de un mes a pesar de la insistencia de sus hijos por ver a sus progenitores sobre el escenario. Ensayo general De todas formas, y como buenos actores, ayer hicieron el último ensayo general antes del estreno previsto para hoy a las diez de la mañana. Aunque no querían público, tuvieron a ocho espectadores de excepción: siete alumnos de educación infantil y su profesora, Lorena Rivas. Los niños se divirtieron de lo lindo con los personajes preparados para ellos: la momia Tutampasmón; el director del museo egipcio, Mohamé Poquito; su secretaria, Mata-Ratah; el celador del edificio, Ali Kates, y los tres agentes de la Poli-xipcia. De todas formas, los pequeños con lo que realmente alucinaron fue con sus padres, tíos o abuelos vestidos con unos atuendos y unas pelucas que bien podrían haberse utilizado en la película La momia. Ayer, cuando veían aparecer por entre las bambalinas a uno de sus parientes no podían contenerse y murmuraban: «Mami, mami». Al ver que sus progenitores seguían, como verdaderos profesionales, impertérritos siguiendo el texto, los niños gritaban más: «¡Mami, mami!», hasta que ya no se podían contener y estallaban en carcajadas. Bueno, ya se sabe que algunas veces el entregado público quiere demasiado a los actores y los desconcentran, como a Rosa, la de Operación Triunfo. El mérito, de todas formas, no es sólo de los padres, ya que los alumnos y los profesores también colaboraron ayudando a elaborar el decorado. Durante las últimas semanas realizaron multitud de dibujos para adornar las columnas egipcias y un enorme sarcófago. Además, reprodujeron con cartulina las tres pirámides más conocidas: Keops, Kefrén y Micericos. Y para que quede bien claro que el lugar donde se desarrolla la obra de teatro es la tierra de Cleopatra, los alumnos y los profesores se disfrazan hoy de egipcios.