Castiñeiro de Lobo teme que el asesinato de su vecina desencadene una venganza

Nacho Mirás SANTIAGO

CARBALLO

En el núcleo de Ames no entienden por qué los Botana salen de la cárcel más fácilmente de lo que entran Sólo dos personas empañan el nombre de un lugar que podría ser idílico

30 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Los vecinos de Castiñeiro de Lobo, en Ames, están hartos de salir en la crónica negra del Telediario por culpa de las andanzas de un par de individuos. La gota que colmó el vaso fue disparada ayer por una escopeta, la recortada con la que Andrés Pombo Botana asesinó a su mujer, María del Carmen Amado González, el arma con la que disparó dos tiros fallidos contra el hijo de ésta y con la que el mismo Andrés se levantó la tapa de los sesos intentando matarse, cosa que todavía no había conseguido al cierre de esta edición. Castiñeiro de Lobo es un núcleo ubicado en una cuesta, en un remanso de la carretera que une Augapesada con Pontemaceira. Podría ser un núcleo tranquilo, casi paradisíaco, si no fuese porque Andrés Pombo y su primo Fernando Botana Gerpe, alias Roque, decidieron instalarse y fastidiarle la vida a los demás. Tanto daño han hecho que ha cambiado incluso el paisaje. Entre las casas de piedra y de ladrillo, cerca de un establecimiento de turismo rural, asentaron sus chabolas de bloques y uralitas e hicieron del verde un mar de chatarra. Y no se puede echar toda la culpa de las desgracias de Castiñeiro a todos los Botana, qué va. Los padres de Roque y los padres de Fernando, además de otros primos, son buena gente que se gana la vida como puede, pero que no se mete con nadie. Pero estos dos salieron ranas. Empeñados en traerse el trabajo a casa, en este núcleo han aparecido en innumerables ocasiones los restos de sus fechorías, sobre todo coches robados. Es habitual que, cuando desaparece un vehículo en Santiago, la Guardia Civil busque sin pensarlo cerca de la chabola de Roque o de Andrés. Los vecinos lamentan la tragedia que ayer, una vez más, sacó de nuevo a Castiñeiro de Lobo en el Telediario. Y esta vez por algo tan grave como el asesinato de una mujer a manos de su compañero. Lo que no se explican los habitantes de la zona es cómo dos tipos que han hecho de todo, acusados de atracos, robos violentos, incluso de una tentativa de homicidio, salen de la cárcel con más facilidad de la que entran, en cuestión de días. Es prácticamente imposible que Andrés vuelva a salir en las páginas de sucesos. Pero su primo Roque todavía es joven y tiene por delante mucho camino que recorrer. Más información en página 14 Galicia