HEMEROTECA El Gobierno griego autoriza el entierro de la reina Federica en Atenas
CARBALLO
SUCEDIÓ EN 1981
08 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.El mes de febrero de 1981 fue negro no sólo para el país (con el intento de golpe de Estado el 23-F), sino también para la familia real. Al bochornoso espectáculo padecido por don Juan Carlos en el Parlamento de Guernica, le sucedió pocos días después el fallecimiento de la reina Federica de Grecia. La soberana griega, madre de la española, había venido a Madrid a operarse de unas bolsas en los párpados, motivo sobre todo estético que no presentaba riesgos. Pudo haberlo hecho en el extranjero, donde residía, pero la operación hubiese tenido que pagarla de su bolsillo, por lo que decidió hacerlo en la capital de España. Salió bien del quirófano, pero en el posoperatorio, a consecuencia, al parecer, de la anestesia, sufrió un paro cardíaco que le ocasionó la muerte. El Gobierno griego, que tenía a la antigua familia real como estigmatizada, no quería que fuese enterrada en Grecia y tuvo que ser el propio rey Juan Carlos quien hablase con el presidente de la República para que autorizasen el sepelio, al que asistió la reina Sofía. Fue prohibida la presencia de periodistas en el entierro, lo que molestó a la prensa española del corazón, que ya tenía preparados a sus enviados especiales.