HEMEROTECA Militares vinculados con Galicia tuvieron acciones destacadas el 23-F

Carlos Fernández redacción

CARBALLO

SUCEDIÓ EN 1981

23 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Los coruñeses que vieron en la mañana del 23-F al general Torres Rojas, gobernador militar de la ciudad, haciendo footing por las inmediaciones del estadio de Riazor, no podían suponer que unas horas después este militar iba a estar en el cuartel general de la División Acorazada Brunete, en las afueras de Madrid, para tomar el mando de la unidad y ocupar la capital de España. Al final, tras diversos momentos de tensión, Torres obedeció al capitán general de Galicia, Manuel Fernández Pose, y regresó a su puesto en un vuelo nocturno de Iberia. Fernández Pose tuvo alguna duda, sobre todo tras hablar con Milans del Bosch, que lo llamó desde Valencia, pero al final, como el resto de los mandos de las regiones militares españolas, se mantuvo leal al Rey y a la Constitución. Lo mismo ocurrió en la Brilat, entonces con sede en A Coruña, la unidad más importante de las estacionadas en Galicia. Otro personaje vinculado a Galicia, el general Alfonso Armada, marqués de Santa Cruz de Ribadulla, fue protagonista de la noche con sus idas y venidas al Congreso de los Diputados, que al final le costaron 30 años de cárcel. En Madrid, un ferrolano, Guillermo Quintana Lacaci, capitán general de la Primera Región, fue clave para parar tanto a la Brunete como a Armada. Tres años después, ETA lo mató de forma ignominiosa.