Un pesquero cormelán chocó de noche con otro barco a tres millas de Cabo Fisterra
CARBALLO

La leyenda negra de la Costa da Morte estuvo a punto de sumar un nuevo episodio trágico la madrugada de ayer tras el incidente en el que se vieron envueltos dos pesqueros y que, finalmente y por fortuna se solventó únicamente con daños materiales. El suceso ocurrió sobre las tres de la mañana cuando el pesquero cormelán Borrasca Primero, de 20 metros de eslora y con 8 tripulantes a bordo, se dirigía a las inmediaciones del caladero del faro Corrubedo para comenzar la faena. Según explicó Marcos Blanco, motorista de la embarcación e hijo del armador, al pasar a unas tres millas del Cabo Fisterra vieron otra embarcación, que resultó ser el Félix Villar, un arrastrero de mayores dimensiones y con base en el puerto pontevedrés de Marín. «Nós esperabamos que eles maniobrasen, pero despistáronse e cando nos demos conta de que nos ían embestir paramos os motores pero xa non poidemos evitar o golpe por babor», relató el tripulante cormelán al tiempo que apuntó que el responsable del timón de la otra embarcación no se encontraba en el puente en el momento del suceso. Tras avisar a Salvamento Marítimo y comprobar el impacto no había sido suficientemente violento para abrir vías de agua y provocar daños que pusiesen en peligro a los barcos, ambos emprendieron la travesía de regreso a sus respectivos puertos. Después de arreglar el papeleo ayer por la mañana en la Capitanía Marítima, los tripulantes del Borrasca Primero zarparon a primera hora de la tarde hacia el muelle coruñés de Oza, donde se procederá a reparar los desperfectos en la amura de babor y en la parte interior del casco. Según explicó Marcos Blanco, es la primera vez que se ven envueltos en un incidente de esta clase desde que su familia adquirió el barco hace 8 años.