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Carral, capital de la empanada

CARBALLO

Cientos de personas degustan 6.000 raciones de este producto en el último día?de las Festas do Socorro, en una jornada que se completó con un festival folclórico

11 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Empanada es un término culinario ampliamente conocido en todos los países de habla hispana. Su origen es tan antiguo como el del propio pan y se remonta a 2.500 años antes de Cristo. Su cuna es Persia y la razón de esta receta viene de la necesidad de proteger los productos que componían originariamente la dieta de este pueblo de los avatares climáticos. A lo largo de veinte siglos se han registrado más de una veintena de variedades en todo el mundo, alguna de ellas en lugares inesperados como Sri Lanka o la India.

La empanada es tan universal coma la pizza y el nombre de este producto está necesariamente ligado a Galicia. Cualquier guía culinaria sitúa a las empanadas del país entre los platos más típicos y suculentos de nuestra gastronomía. La empanada va ligada necesariamente al pan, su elemento básico. Un silogismo que lleva a una conclusión generalmente reconocida. Donde hay buen pan, hay buenas empanadas. Este es el caso de Carral, un concello en donde el trigo se convierte en arte, en sus distintas modalidades.

Carral celebró, estos días sus fiestas. Entre verbenas y actuaciones no podía faltar una jornada específicamente dedicada a uno de sus productos estrella. Cinco panaderías de la localidad -Pedro Fernández, Manuel Rodríguez, Francisco Lozano, Da Cunha y Barcia- demostraron ayer en el campo da Feira de este concello que en una empanada cabe cualquier cosa, y todas ellas suculentas, si se cuenta con buena materia prima y están bien elaboradas. Cientos de personas así lo confirmaron y se acercaron hasta las carpas instaladas en esta feira, que ponía el punto y final a las Festas do Socorro.

En este certamen se distribuyeron cerca de 6.000 raciones de este producto, según datos de la organización. Los precios oscilaron entre los dos euros y los establecidos por el propio mercado. En la primera categoría se encontraban las tres modalidades más habituales de empanada: bonito, bacalao y carne, acompañadas de viño do país. En la segunda estaban productos como bacalao con pasas, zamburiñas, pulpo, sin faltar el caldo necesario para digerirlas. El éxito de esta jornada viene avalado por su proyección en el tiempo. Treinta y cinco años de historia contemplan a esta fiesta, que se ha convertido en un fijo para cientos de personas, en el final del cargado calendario festivo del verano gallego.

Pero no todo fue empanada ayer en Carral. Airiños do Frade, de Cabanas; la asociación folclórica Orballo, de Pontedeume, y la banda de gaitas Ferreñas, de Vilarmaior, pusieron la música en esta cita, en una jornada soleada y calurosa.