José y su esposa, Teresa, fundaron Autocares J. Cancela coincidiendo con la construcción de la refinería de A Coruña. Sus tres hijos siguen su estela
13 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.José Cancela Sande nació en Vilarello (Coristanco) y Teresa llegó al mundo unos años después en O Esto (Cabana). Se conocieron a medio camino, en A Bugalleira (Ponteceso), y unieron sus vidas el 6 de noviembre de 1966. Apenas unos meses después, y coincidiendo con la construcción de la refinería de A Coruña, José y su esposa fundaron en Carballo Autocares J. Cancela, una empresa que actualmente tiene su sede en el polígono coruñés de A Grela y que ha crecido al ritmo de los tres hijos de la pareja, Pablo, Ramón y Óscar, que cuando cumplieron la edad para conducir autobuses (21 años) también se unieron a un negocio en el que, aseguran, se sienten muy felices. «O traballo duro xa o fixeron eles, agora nós só temos que seguir facéndoo ben e aguantar del», dice Ramón.
Lo cierto es que sus padres comenzaron poco a poco y con mucho esfuerzo. «Pepe comprou o autocar antes de ter o carné de conducir, así que tivo que apurar en sacalo», confiesa Teresa, que tampoco tardó mucho en aprobar el suyo. «Antes que o autobús tiven que aprender a levar un tráiler», explica. El primer vehículo de la familia fue un Pegaso Comet de 47 plazas -«un artículo de luxo naquel tempo»- en el que José transportaba a los trabajadores que estaban construyendo la refinería de Repsol en A Coruña. «Os recollía por toda a comarca de Bergantiños e o autobús ía a tope, case todas a empresas da zona empezamos co mesmo», recuerda Cancela, quien ya no se encarga del volante, pero sigue al pie del cañón en la empresa. «O supremo xa está retirado, pero segue buscando clientes», bromea el benjamín de la familia. «Cando empecei, traballaba tanto que aos nenos só os vía cando durmían e cando decidín comprar o segundo autobús aínda foi peor», rememora José, quien en la actualidad posee nueve vehículos que realizan viajes por todo el mundo. «Agora fanse todo tipo de servizos, bodas, enterros, excursións, despedidas de solteiro e todo o que veña...», explica Teresa, quien se convirtió en una de las primeras autobuseras de Galicia. «Ao principio moita xente mirábame raro, pero tendo en conta que era unha profesión de homes, non tiven ningún problema», dice. Ella sigue al volante -«aínda me queda moito para xubilarme», dice-, sobre todo durante el curso, ya que Autocares J. Cancela es de las empresas más veteranas en transporte escolar. «Empezamos co colexio Eirís e pronto se uniu o de Mosteirón. É unha satisfacción moi grande porque co primeiro levamos máis de 40 anos e co segundo máis de 35 e aí seguimos, nunca perdemos ningún traballo dos que empezamos e iso é a mellor recompensa», indica José, quien también se siente orgulloso de que ninguno de sus vehículos haya recibido una multa ni haya sufrido ningún percance. «Gracias a Dios», tercia Teresa. Por no tener, no han tenido ni problemas con los niños que a lo largo de estos años han transportado. «Nós pasabámolo moi ben con eles, queríannos moito», dice José, quien recientemente fue homenajeado por el colegio Eirís. «Os nenos que levamos son moi b0s», reitera Óscar, quien asegura que trabajar en familia tiene muchas ventajas. Incluso los cinco empleados de J. Cancela se confiesan contentos. «José non é un xefe, é un señor normal que sempre nos tratou moi ben», confirma Manuel, uno de los conductores.