Cómo varar un barco de 40 toneladas en un cuarto de hora

CARBALLO

La cofradía de Camariñas dispone de un carro móvil que funciona bajo el agua

14 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Unos 15 minutos. Ese es el tiempo que tarda el carro elevador de la cofradía de Camariñas en sacar del agua un barco de hasta 40 toneladas de peso.

El sistema, dotado de un motor diésel que funciona debajo del agua, actúa mediante una combinación de cintas y botellas hidráulicas capaces de desplazar cualquier tipo de embarcación.

La maniobra de aproximación a la rampa del puerto se realiza de una forma similar a un atraque convencional. Una vez que el barco se sitúa sobre las correas, Javier Mas, que es el operador del carro, activa el mecanismo desde un mando a distancia conectado por Bluetooth. Una vez en tierra, las ruedas neumáticas del aparato permiten su desplazamiento a cualquier punto del muelle o la carpintería próxima donde se realizan las reparaciones.

El último pesquero sacado del agua fue el Nova Madre Amelia, de Camelle, que tenía que ser sometido a la revisión periódica por parte de un ingeniero de la Xunta. El armador, aprovechando que el navío se encontraba en el dique seco, también le realizó una serie de mejoras como el pintado y la imprimación del casco.

El nuevo carro que el pósito camariñán adquirió hace casi dos años funciona ya a pleno rendimiento, después de que se solucionaran los problemas iniciales con la combustión del motor, que se apagaba al meterlo en el agua por una avería en el tubo de escape.

Desde mayo pasado se han subido a puerto 11 barcos con este sistema, que ha sustituido a las complicadas maniobras que tenían que realizar antes los armadores para elevar los navíos. Además, el carro presenta una serie de ventajas sobre el tradicional varamiento en la playa, porque los procesos de secado son mucho más rápidos en el muelle que en el arenal y resulta más sencillo efectuar cualquier tipo de reparación.

Bajo coste

La cuota total de la operación, que cobra la cofradía, asciende a 208 euros, impuestos incluidos y permite a los propietarios tener su barco en tierra todo el tiempo que estimen oportuno, mientras que en los carros particulares el cobro se hace en función de los días que se hace uso del servicio.

La implantación de este mecanismo, que los marineros de la localidad han recibido con agrado, reduce considerablemente los costes y los tiempos de espera en el mantenimiento de los pesqueros. Además, ofrece mayor flexibilidad que los sistemas fijos como el instalado en puerto de Malpica, porque permite el desplazamiento de los barcos a cualquier punto.