Una docena de personas recordaron la tragedia del «Serpent» en plena noche
12 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.«¡Ay qué nadar de alma es este mar!». Así empezaba el poema que leyó el diseñador Antonio Pernas en la oscuridad de la noche del martes en Camariñas para homenajear a todos los náufragos. Como ya ocurrió el año pasado, el psicoterapeuta y escritor Juan Campos Calvo-Sotelo organizó en el Cemiterio dos Ingleses un acto para recordar a quienes dieron su vida en el mar, y ello con ocasión del aniversario del naufragio de HMS Serpent en la Punta do Boi, junto a la playa de Trece. Fue uno de los sucesos más terribles que tuvieron como escenario la Costa da Morte.
Eran las diez y media. Ni siquiera se podían ver las manos. Al fondo, a lo lejos, estaban las luces de Corme. Cada quince segundos pasaban los dos destellos del faro de Vilán. Justo a esa misma hora, hace 119 años, el Serpent partía en canal contra las rocas y los 176 tripulantes ingleses emprendían la lucha por su salvación. Solo tres lo lograron
Antonio Pernas intervino primero con un poema de la escritora cubana Dulce María Loynaz. Antes de recitarlo dijo que se lo dedicaba a todos los náufragos «aos nosos, os galegos y aos que de fóra da Terra», pero también a los marineros del Alakrana secuestrados en Somalia.
Juan Campos, autor de uno de los mejores libros sobre las más grandes tragedias en el mar, Náufragos de antaño , depositó tres crisantemos blancos sobre la tumba de los marineros británicos. También José Manuel Pato, delegado en Galicia de la Real Liga Naval Española, colocó un ramo de flores en el recinto funerario. A continuación, una joven violinista agasajó al silencio de la noche con una pieza rusa y otra gallega.
En el Cemiterio dos Ingleses están enterradas 142 de las 173 víctimas de aquella tragedia. El martes fue un lugar de poesía y recuerdo.