«Empecé en A Coruña con Iglesias Corral, ex fiscal de la República»

CARBALLO

El colegio de abogados le impone hoy ?la medalla de oro al mérito del trabajo

20 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Manuel Murillo es gallego y coruñés de adopción. Llegó al mundo en los albores de la Guerra Civil -junio de 1936- en la localidad extremeña de Zalamea de la Serena. En la posguerra, su familia se instaló en Galicia, donde su padre, jefe de Sanidad del Ejército republicano, inicialmente sentenciado a muerte, acabó cumpliendo la última parte de una condena de 30 años, primero en la cárcel de Santiago y luego en un campo de concentración en Silleda. El Colegio de Abogados de A Coruña le impone hoy la medalla de oro al mérito del trabajo por sus 50 años de vida profesional.

-¿Por qué en A Coruña si usted ejerce en múltiples y variados foros judiciales, especialmente en el madrileño?

-Aquí me colegié por primera vez como abogado en 1959, hace ya, por tanto, 50 años, y aquí vengo cada vez que me lo permiten mis obligaciones profesionales.

-¿Qué le llevó a ponerse la toga como abogado?

-Me licencié en Derecho en la Universidad de Santiago en el año 1957, con 21 años. Inicialmente pensaba preparar las oposiciones a la cátedra de Derecho Político, pero expulsaron a mi hermano de las milicias universitarias. Cuando mi madre trató se saber por qué, le explicaron que ni mi hermano podría ser nunca oficial del Ejército ni yo podría acceder a un puesto de funcionario público porque se nos consideraba personas peligrosas para la causa nacional. No me quedó mas remedio que ejercer la profesión libre en un despacho profesional.

-¿Por qué en A Coruña?

-Porque de aquí era y aquí trabajaba Manuel Iglesias Corral, que había sido fiscal durante la República y era muy amigo de un amigo de mi padre. Él me dio trabajo en su despacho de abogados.

- ¿Recuerda su primer caso?

-No lo recuerdo muy bien, pero tuvo que ser algo relacionado con el turno de oficio. Como estaba conceptuado como una persona peligrosa, no podía ser abogado de bancos o de sindicatos. Así empecé como abogado de prostitutas, gitanos y de todo aquel que no tenía quién le defendiese.

-En 1972 se presentó como candidato a concejal independiente en A Coruña.

-Sí, entonces era presidente de la Sociedad Deportiva Orzán y me animaron a que me presentara para que apoyara el futbol modesto. Saqué bastantes votos, pero no los suficientes para salir elegido por el tercio familiar.

-¿Es cierto que la documentación que entregó para ser candidato fue utilizada por la revista «Fuerza Nueva» para decir que también había solicitado el ingreso en la Guardia de Franco?

-Que yo sepa, nunca conocí a nadie que fuese de la Guardia de Franco, y ni siquiera sabía donde tenían su sede, si es que la tenían. Eso fue una venganza política cuando resulté elegido secretario general de PSOE histórico y por haber presentado una querella en nombre de Rodolfo Llopis contra Blas Piñar.