De puertas adentro, una de las principales novedades de la Normativa de Habitabilidade es la reducción de la superficie mínima que puede tener una vivienda, que pasa de los 47,7 metros cuadrados establecidos en las NHG a los 41,3 que serán de aplicación a partir del día 18. Además, el nuevo marco legal permite agrupar en una única estancia el salón, el comedor y el dormitorio, lo que da cabida a los modernos loft.
También disminuyen ligeramente las superficies mínimas para cada una de las estancias: de 7 a 5 metros, en el caso de la cocina, y de 4 a 3, el lavadero-tendal. Para el baño se mantienen los 5 metros cuadrados de tope.
Pero, aunque el piso más pequeño podrá tener 41,3 metros cuadrados, esa fórmula solo es válida para la fórmula del loft. Para las viviendas de una habitación, la reducción solo es de 47,7 a 46,2 metros cuadrados; para las de dos, de 60,5 a 58,7; para las de tres, de 77,15 a 74,7; para las de cuatro, de 87,7 a 82,7, y para las de cinco se impone una dimensión mínima de 96,75 metros cuadrados.
Por lo que respecta a la accesibilidad, se mantiene el ancho mínimo de 80 centímetros para las puertas, aunque su altura decrece a 2,10 a 2,03 metros. Esa reducción va pareja a la de la altura de los techos, que pasan de 2,60 a 2,50 metros en la cocina y las habitaciones y de 2,40 a 2,20 en el resto de las dependencias de la casa.
Una de las principales objeciones de promotores y constructores a las Normas do Hábitat Galego fue el sobrecoste que suponía la edificación, fundamentalmente por la pérdida de aprovechamiento derivada del incremento de las superficies mínimas, y que algunos técnicos llegaron a cifrar en el 30%. Ese encarecimiento, al que también contribuían las medidas especiales para puertas o la instalación de dispositivos para recoger, almacenar y reutilizar las aguas pluviales, entre otras medidas previstas en las NHG, tendría, en teoría, que desaparecer en los proyectos que se acometan a partir de ahora.
No obstante, dado que la mayor parte de las viviendas en construcción tienen licencias anteriores a la normativa del Bipartito y que el sector está bastante parado en estos momentos, será difícil que el consumidor perciba el abaratamiento, que, en todo caso, quedará ensombrecido por la subida del IVA.