Tradicionalmente, el acto de entrega de los premios que concede el Padroado Fogar de Bergantiños concluye con un aperitivo. En esta edición no fue así. «Debido á crise, quixemos reducir gastos e ser solidarios. O importante do acto é o recoñecemento que se fai», explicó el secretario de la entidad, Pedro Luis Fernández Pombo, que intervino en representación del presidente, José Luis Calvo Pumpido, y al que también correspondió dar lectura a una carta del patronato del Museo do Pobo Galego con sus felicitaciones para los galardonados, pero, de una manera especial, para Luciano García Alén.
Esa referencia a la situación económica, siempre presente, fue más acusada en el caso de Manuel Aguilar. «No venimos por el pincho, sino porque un solo minuto de este acto vale más que todos los pinchos del mundo», aseguró. Pero el director de la Obra Social de Caixa Galicia quiso destacar, sobre todo, el reconocimiento de la sociedad civil a los premiados, la humildad de estos y la importancia de tomarlos como ejemplo para superar la actual «crisis económica, social y también de valores».
Los protagonistas de la tarde estuvieron arropados por representantes de numerosas entidades de la comarca de Bergantiños y por no menos autoridades, entre ellas los alcaldes de Malpica y A Laracha, el diputado autonómico Alberto Sueiro, el provincial Xoán Sande, el jefe territorial de Cultura, Manuel Varela; su antecesora en el cargo, Milagros Lantes; así como los capitanes de la Guardia Civil de Carballo.