Los planes de los más fiesteros se solaparon y algunos hicieron un auténtico encaje de bolillos para no perderse la cita gastronómica de Corme y el rock malpicán
20 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.No sucede muchas veces, pero cuando dos celebraciones coinciden en día, las agendas de los más marchosos de la Costa da Morte echan humo. Sucedió el año pasado el 1 de agosto con San Fins y la Carballeira de Zas, y ha vuelto a pasar con la fiesta del Percebe do Roncudo y el Nordestazo Rock.
En Corme el cielo amaneció bien azul y, desde primera hora, del resto de colores del arco iris se encargaron las decenas de pandillas que habían diseñado una camiseta para la ocasión. Lo que hace unos años era una simple anécdota entre las pandillas locales, ha acabado por convertirse en tradición. Hubo diseños para todos los gustos. Desde un polo con el nombre de una peña, instrucciones para entender cómo se disfruta al más puro estilo cormelán hasta recuerdos para el Pulpo Paul. Puede que por eso, el «Yo soy español, español, español» se convirtiese en uno de los cánticos de la jornada.
La mayoría de estos jóvenes ni siquiera olieron el crustáceo más deseado. Ni ganas tenían. Llegaron a Corme con intención de hacer una ronda por todos los bares y desembocar, bien entrada la tarde, en la Praza da Ribeira. Allí les esperaba una sesión de DJ bajo un sol abrasador, que hizo botar al más peinado, incluido el pregonero de la fiesta, Carlos Negreira.
Una ducha y toca seguir
Tan solo un par de horas más tarde muchas caras se repetían en diferente escenario, el de la explanada sur del puerto de Malpica. Su ropa también mudó y se hizo necesario un jersey para aguantar el nordés, que apareció por el festival al que da nombre. La organización se vio sorprendida porque «veu xente incluso de León, fans que se enteraron de que We are standard, os cabeza de cartel, estarían aquí». Hizo falta paciencia para comprar los tickets de bebida. El presidente de la Asociación A Tralla, Rubén Balseiro, y el actor Santi Romay no dieron abasto, y las colas fueron una constante toda la noche.
Casi con puntualidad británica comenzaron los santiagueses de Novedades Carminha, mientras una marea de coches continuaba llegando a la localidad. Más tarde llegarían Niños Velcro, con un sonido mestizo que enganchó a la audiencia que acabó aclamándolos. Sin embargo, los momentos estelares de la noche estaban por llegar.
El ritmo de ACDC protagonizado por Riff-Raff enloqueció a los asistentes gracias al Highway to hell, incluida una entregadísima Teté Delgado.
Y por fin llegaron los de Getxo. Los ganadores de un premio MTV tienen una legión de fans y demostraron en Malpica por qué han destacado en festivales como el de Benicàssim.
Balseiro asegura que «aínda non nos recuperamos pero o éxito asegura que, sen dúbida, haxa máis Nordestazo en 2011».