La parroquia del Bergantiños recibió el cariño de su mítico ex jugador
29 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.A no ser porque todo el mundo sabe que Arsenio Iglesias ha escrito con letras de oro las páginas más gloriosas de la historia del deporte gallego, su intervención en el homenaje que le tributaron ayer el Bergantiños y la asociación cultural Lumieira habría pasado perfectamente por una de las mejores actuaciones cómicas del FIOT.
El amplio anecdotario del arteixán más universal, que en este caso recordaba su condición de jugador del Bergantiños entre el 48 y el 51, arrancó carcajadas sonoras entre el público que llenó el salón del casino de Carballo.
Tras la presentación de Xan Fraga, que recordó algunas de las páginas más brillantes de Arsenio, tanto en Carballo como en los distintos clubes por los que pasó, el ex entrenador del Super Depor, tomó la palabra con la humildad y el carisma que le han convertido en la persona más querida y respetada del fútbol gallego.
Tras el recuerdo emocionado a Antonio Vázquez Mouzo, el presidente del Bergantiños que en su día lo trajo a Carballo, Arsenio tuvo palabras de cariño para su ex compañero Pascual -el decano de los futbolistas rojillos, que estaba presente en la sala-, así como para Eliseo y Jaraleo, otros de sus socios en el vestuario carballés.
A partir de ahí, desató su lado más humano y divertido, para relatar, por ejemplo, como en la previa de la final de Copa contra el Barcelona, que el disputó con el Granada, lo único que pensaba al ver a los jugadores culés era: «¿Cantos nos meterán?».
Entre el anecdotario de sus «nenos», tres de los cuales, Fran, Manjarín y Elduayen lo acompañaron en el acto, citó un partido de la UEFA en Alemania, en el que Donato y Mauro Silva «quedaron atrás porque estaban xogando ás cartas e decía Mauro: ?Tiñanos que ver a dous negros chamando á porta en Alemaña?»
También recordó el viaje en busca de futbolistas que hizo con Ballesta «a Israel para ver un equipo ruso. Esas cousas que só pasan no Deportivo». Allí se encontró con «un holandés grande coma un mundo» que le gustaba pero que finalmente no pudo recalar en el club coruñés, «e menos mal, porque despois en vez de él vén Mauro, e se o chegamos a traer despois igual non valía un carallo».
En esa misma línea de humildad, el técnico reconoció: «Quedei tan farto que agora se poñen unha de indios, non vexo o fútbol nin nada».
Al término de su intervención, el actual presidente del Bergantiños, Javier Souto, le entregó una camiseta serigrafiada con su nombre, al igual que hizo con el resto de ex compañeros presentes en el auditorio. Lumieira, la asociación de veteranos y el Concello; representado por el alcalde, Evencio Ferrero y el concejal de Deportes, Marcos Rodríguez, que junto al presidente de Xiria, Chano Calvo, no pararon de reír con Arsenio.
Homenaje a arsenio iglesias
«Quedei tan farto que agora se poñen unha de indios, non vexo o fútbol nin nada»