La gran voz de la música «indie» tiene su raíz en A Ameixenda

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La cantante ceense afincada en A Coruña tiene el apoyo de la crítica

22 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A Elba Fernández le falta esa brizna de suerte, ese soplo final que la eleve al lugar al que parece predestinada: el éxito. Indie (independiente, no es la suya música de masas), pero éxito al fin y al cabo. Tiene lo demás: una voz profunda, dramática, oscura, con personalidad y sustancia, que desgarra a través de sus letras en inglés. Capacidad compositiva. Excelentes críticas. Premios, sobre todo el Proyecto Demo 2011, el festival de maquetas de Benicasim, en el que logró el primer puesto. Ha sido la única gallega en conseguirlo.

Tiene además Elba una banda de siete músicos que combina piano, cuerda, viento, percusión. Una estética cuidada, un sonido envolvente que ha evolucionado de resonancias folk-rock a algo más aterciopelado, más europeo. Y un epé: Shy Little Jane Presents: The Dramatic Tale of her Animals. En Youtube puede verse un pequeño concierto de 17 minutos elaborado con mimo.

Elba y su banda son un proyecto conjunto, Jane Joyd. La banda es reciente, pero el nombre viene del 2007. Procede de una artista de un corto. Era Jane Lloyd, pero la elle la cambió por la jota.

Establecida en A Coruña desde niña, es de A Ameixenda, en Cee, parroquia con la que mantiene un vínculo directo y constante. La relación con la música la lleva en el ADN. Su madre también canta, y su abuela ya lo hacía. Y más familiares. «Xa me dicía miña nai que eu de pequena cantaba de todo», explica. Lo llevaba dentro. «Foime saíndo naturalmente», añade. A los 16 años comenzó a juntarse con con otros que tocaban, y poco a poco fue evolucionando. Pasó por bandas de diversos estilos, fue madurando. Una la guitarra para componer, pero lo suyo es la voz. Antes tocaba piezas de otros, pero este último trabajo es plenamente suyo, como el anterior, más folk. Además, para actuar tienen un repertorio más amplio. han pasado por aforos importantes, incluso Londres, y no le desagradaría nada (al contrario) hacerlo en la Costa da Morte, en un lugar con condiciones apropiadas para su sonido y la banda.

La cultura no pasa por un buen momento, y Elba lo sabe. «Pasa xa de negro», lamenta. «Hai máis facilidades, por Internet sobre todo, pero a nivel real non o podes manter, está todo complicado e a industria desaparece». Ellos aguantan: «Somos moi románticos e suicidas», bromea.