Los 120 senderistas que visitaron el sábado Camelle lamentan que las Administraciones no se ocupen del legado del Alemán
29 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Camelle es uno de los puntos claves del Camiño dos Faros, pero también uno de los lugares donde sale a relucir la indignación de los caminantes cuando comprueban el lamentable estado en el que se encuentra el legado de Man. Su vieja chabola convertida en museo, las esculturas levantadas en el entorno de la vivienda... «Ver cómo esta todo eso produce un enorme bajón», explicaba ayer uno de los participantes en la ruta, organizada por Traski Costa da Morte. Más de 120 personas participaron en la cuarta etapa del Camiño dos Faros, que discurrió entre Laxe y Arou.
Todos ellos, cuentan en la crónica de la caminata, se llevaron un chasco cuando descubrieron «cómo un pueblo y unas Administraciones no son capaces de conservar un legado que, seguramente, fuese una fuente de ingresos para todos». Los senderistas consideran que la conservación del museo de Man no es una cuestión de dinero, sino «solo de voluntad y de ganas».
«A pesar de todo lo que nos encontramos allí, pensamos que con la ayuda de todos aún es posible salvarlo y crear algo de lo que Man estuviese orgulloso. ¡Pero debería ser ya!», añaden.
Las quejas de los visitantes sobre el estado del legado del Alemán de Camelle ya se dejaron sentir en numerosas ocasiones durante el pasado verano, cuando sobre el cartel indicador del museo al aire libre colocaron un cartel en el que denunciaban la situación y calificaban de «vergüenza», especialmente «para los ciudadanos de Camelle», el estado en el que se encontraba toda la zona, algo que también constataron este sábado los participantes en la ruta de Traski Costa da Morte.
En cambio, los caminantes llegados desde distintos puntos de Galicia, valoraron muy positivamente el estado del resto de la etapa, que comenzó con una visita al puerto y a la iglesia de Santa María da Atalaia, en Laxe, desde donde subieron hasta el faro por la Ruta da Insua.
«Muy cerca del faro, disfrutamos de dos curiosidades de la naturaleza: la Furna da Espuma y la Playa de los Cristales y a partir de ahí iniciamos una senda que nos llevó hasta el Peñón de Soesto, con unas impresionantes vistas de toda la ruta da Insua y de la playa de Soesto», explica el promotor de la caminata.
Tras pasar por Soesto continuaron por la punta de Catasol y la playa de Arnado, además de la laguna de Traba y el lugar de Mórdomo.
«Desde Mórdomo, al final de la playa de Traba, sale un camino que nos lleva por otro paisaje espectacular de este Camiño dos Faros. Toda esta costa en dirección a Camelle te traslada a un cuento en el mundo de las grandes piedras. Piedras de todas las formas y tamaños en otro paisaje único de este Camiño dos Faros hasta llegar a la cala de Sabadelle, antiguo puerto ballenero», añade.