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Los cacos se ceban con el patrimonio de la Iglesia

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La puerta de la iglesia de Borneiro fue forzada y a la imagen de la Virgen (al fondo) le sustrajeron una medalla.
La puerta de la iglesia de Borneiro fue forzada y a la imagen de la Virgen (al fondo) le sustrajeron una medalla. fotos: José manuel casal< / span>

Los bienes eclesiásticos sufrieron una docena de robos en el último año y medio sin que algunos se hayan esclarecido

13 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los ladrones han puesto sus ojos en el patrimonio eclesiástico de la Costa da Morte. Si hace una década se cebaban con los cruceiros, algunos de ellos sustraídos, ahora fijan su atención en la iconografía de las iglesias o, simplemente, en los cepillos. Los intentos de sustracciones y los daños cometidos en los sagrarios el pasado fin de semana en los templos de Borneiro, Baio y San Roque do Monte (Zas) se unen a la larga lista de actividades ilícitas cometidas en el último año y medio. En este período se contabilizaron una docena de actuaciones contra el patrimonio eclesiástico. Todas ellas se concentran entre los meses de septiembre y febrero.

La primera denuncia fue la desaparición de unas tallas en As Edreiras (Meanos-Zas). Ocurría en febrero del 2012. A partir de esta fecha se sucedieron los robos (o intentos). El caso más llamativo se produjo, también en febrero, en la casa rectoral anexa a la iglesia de Santiago de Cereixo, en Vimianzo. Los cacos se tomaron su tiempo para llevarse la custodia, la cruz principal, dos cálices de plata y un inventario de los bienes dela parroquia. Esta iglesia había sufrido más robos con anterioridad pero los cacos no habían conseguido semejante botín como hasta ese día.

En septiembre del 2012 los cacos actuaron en las iglesias laxenses de Traba y de Matío (Nande), de las que se llevaron varias imágenes de santos. Fue una feligresa la que alertó de la ausencia de las figuras de san Antonio, otra de san Juan y un Niño Jesús, sin que los ladrones se llevasen un solo euro de la iglesia. A día de hoy las piezas siguen sin aparecer y las investigaciones llevan tiempo estancadas.

La actuación más esperpéntica ocurrió a finales de septiembre cuando tres individuos cargaron en una furgoneta la centenaria campana pequeña de la iglesia de Noicela (Carballo). Los investigadores sospechan que fue a parar a chatarra para aprovechar su peso en bronce. En abril del 2011 ocurría lo mismo en la capilla de Alborís en la Alta de Rus de Carballo.