Los ladrones no respetan ni los cementerios

La Voz

CARBALLO

13 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los cementerios eran lugares que se respetaban por encima de todo. A nadie se le ocurría entrar en un camposanto para profanar un tumba o llevarse material de la necrópolis. Hasta que un 17 de octubre del 2012 una familia de Camariñas denunciaba el robo de ornamentos de oro de la lápida de su hijo, -Esteban López Castro-, un joven que perdiera la vida el 18 de octubre del 2003 en un accidente de tráfico. Para más escarnio los ladrones, que fueron posteriormente detenidos por agentes de la Guardia Civil, profanaron la tumba del fallecido el mismo día que se cumplía el noveno aniversario de su muerte. Los ladrones habían sustraído de la sepultura un cordón, un percebe y un remo de oro valorados en 6.000 euros.

Además, el pasado mes de junio, unos ladrones se llevaron más de 160 rejillas de alcantarillado del cementerio de Castro de Oca, en Coristanco. la reposición del material sustraído le supuso al Concello una inversión de unos 3.500 euros.