El PSOE advierte del peligro que supone la supresión de los servicios sociales

Antonio Longueira Vidal
Toni LOngueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Francisco Caamaño y Carmen Gallego ofrecieron una charla en Corcubión

24 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Con un lenguaje directo y conciso, los parlamentarios socialistas Carmen Gallego y Francisco Caamaño desgranaron en la mañana de ayer, en una conferencia celebrada en la Casa da Cultura de Corcubión, las «nefastas» consecuencias de la reforma de la Administración local que plantea el Gobierno central. El panorama no parece ser más desalentador para Galicia, y más en concreto para la Costa da Morte.

La parlamentaria camariñana Marisol Soneira fue la encargada de moderar el debate. El exministro de Justicia analizó desde un punto de vista jurídico lo que supone esta reforma que plantea Mariano Rajoy.

Pero fue, sin duda, Carmen Gallego la que le dio a la charla un tinte más pesimista. Habló con números en la mano y sus palabras no cayeron precisamente en saco roto. Incidió en que la propuesta del PP «supón a perda dos servizos sociais para os concellos de menos de 20.000 habitantes. Os que superen esta cifra poderán ten algunhas competencias na materia sempre e cando exista unha delegación verbal por parte do Estado. É dicir non hai un compromiso por escrito, senón que dependerá da vontade política».

Los dos parlamentarios socialistas hablaron de los recortes sociales desde dos puntos de vistas. Uno que afectaría a las necesidades vitales de unas 900 familias de la comarca que, de alguna forma son atendidas por estos departamentos municipales, y otra, en términos de empleo. La reforma de la Administración podría suponer el despido de medio centenar de trabajadores en la Costa da Morte.

El alcalde de Camariñas, Manuel Valeriano Alonso, fue especialmente crítico con la propuesta. «Pretende que os concellos sexamos meros cobradores de impostos e taxas e que o papel do alcalde teña menos relevancia que o de secretaría ou intervención. É volver ao caciquismo propio do franquismo».