Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Los empresarios y el Concello refuerzan los valores de Vilán

Santiago Garrido Rial
S. G. RIAL CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ingenieros y arquitectos describieron el potencial del enclave

16 dic 2013 . Actualizado a las 07:05 h.

La asociación de empresarios de Camariñas se ha esforzado en que el 80 aniversario de la declaración de Cabo Vilán como Sitio Natural de Interés Nacional no pase desapercibido, ni se quede en un mera anécdota de la efeméride. Aprovechando la fecha, ha organizado un amplio programa de actividades para los próximos meses que servirán de escaparate de uno de los enclaves naturales más llamativos de Galicia. Ya lo era en 1933, de ahí ese reconocimiento del Gobierno que solo lograron 13 puntos más en todo el país. «O que facemos é unha chamada á súa defensa e posta en valor», indicó Olga Campos, la presidenta de la organización. Un punto de apoyo para aprovechar los elementos atractivos del lugar y reforzarlos desde numerosos puntos de vista: mayor conocimiento, más visitas, incremento del turismo... Colaborará el Concello de Camariñas, con aplicaciones destinadas al conocimiento de los naufragios, unas jornadas sobre las figuras de protección natural y otras más centradas en al relación entre el mar y Camariñas.

La técnica

La planificación, en la que también colaboran la Diputación y el puerto de A Coruña, empezó este fin de semana con fuerza, tanto por los temas tratados como por la respuesta vecinal, con dos jornadas consecutivas con la sala de exposiciones y conferencias abarrotada.

Tras la inicial, más centrada en el derecho, la historia, la cultura, el arte o la filosofía, con muchos dato y algunos toques de imaginación, el sábado le tocó el turno a la técnica más matemática, la arquitectura y la ingeniería del proceso constructivo. Pero también hubo un apartado íntimo, el de Héctor Alonso Fernández, hijo de los dos fareros de Vilán (el padre, Antonio Jesús, falleció), ingeniero químico, a quien le tocó hablar de la que definió como su casa, pero también un «bien común». Nacer y crecer entre esos muros es para él «un privilegio», por tratarse de un lugar que equivale a la catedral o a Doñana, un orgullo para Camariñas, pero también para la Costa da Morte.

Alborés, «arquitecto e de Camariñas», dos aspectos que marcan, también tiró de nostalgia para evocar cuando niño subían las 250 escaleras, una de esas cifras que no se olvida. Y, con un vaso de agua, en la parte más elevada observaban como se movía. «O edificio móvese, de non facelo, caería», señaló, abriendo el paso a las charlas más especializadas.

Arquitectura y paisaje

Creus, ceense, ganador de múltiples premios, profesor en la Escuela de A Coruña, se centró en el «espazo batente»: su charla fue un recorrido visual por el paisaje de la Costa da Morte, o más bien cómo la arquitectura se ha ido combinando con la naturaleza en los espacios de mar, comenzando en Carnota y terminando en Vilán. Un trabajo amplio, que recorre desde los bolos de los coídos a las casetas de marineros, «unha arquitectura de pescadores que mantén as formas, non había planeamento, pero a ninguén se lle ocorría facer barbaridades». Muros, caminos, cruceiros, puertos, estructuras balleneras, los «carrexos cara o mar» que se han ido perdiendo. Advirtió sobre los errores que acaban con el paisaje: «Hai que andar con ollo».

Finalmente, García Mayo, colaboradora del Colexio de Enxeñeiros de Camiños de Galicia, abogó por recuperar la obra de aquellos pioneros que construían grandes faros en Galicia, como el de Vilán (obra de Adolfo Pequeño y Francisco Lizárraga) y citó la excepcionalidad de la torre exenta, su altura (la mayor en Galicia en el XIX) o el primero en tener luz eléctrica.

1933

Reconocimiento

El 5 de noviembre fue Sitio Natural de Interés Nacional

1896

Luz eléctrica

El primero de España en tenerla, desde el 15 de enero

42.000

Visitantes

Número de entradas en el faro durante el año pasado