La parroquia de Carballo, siempre sin descanso

S. G. Rial / Á. Palmou CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

El cocinero baiés Juan Bautista Mato, el domingo, con los vecinos de Tella.
El cocinero baiés Juan Bautista Mato, el domingo, con los vecinos de Tella. ana garcía< / span>

06 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

1 La vitalidad de la parroquia San Xoán Bautista de Carballo es digna de estudio. Ahora que el arzobispado de Santiago ha renovado su web (y a mejor, no como la vez anterior), sería un tema interesante para darle cobertura. Pero no es esta página, por norma general, un lugar para proponer ideas, sino para contar las de los demás. Son muchas las que nacen del entorno de José García Gondar, vanguardia en la tecnología aplicada a la religión. No obstante, hoy toca volver a lo tradicional, a lo que forma parte de la esencia de todas las parroquias: las primeras comuniones y las confirmaciones. Pero incluso en este aspecto el caso de Carballo es llamativo, especialmente por la cantidad. Es cierto que, al ser la unidad parroquial más numerosa de la diócesis, necesariamente los números tienen que ser altos, pero también la frecuencia de celebración lo es. Por ejemplo, las confirmaciones. Fueron el sábado, con la presencia en Carballo del obispo auxiliar, Jesús Fernández González. La hicieron 57 jóvenes, una cifra que está en el nivel de otras ocasiones. Hay alguna parroquia de la zona en la que la última vez que se celebraron estuvo Rouco, y entonces aún era arzobispo de Santiago. En la ceremonia religiosa, por cierto, un joven de 22 años recibió los sacramentos del bautismo, la confirmación y la eucaristía (tampoco es la primera vez que ocurre en la capital de Bergantiños).

Dos días antes, el 1 de mayo, y como marca la tradición (hay fechas señaladas a lo largo del año y no se sale de ellas, la próxima será el 24 de junio, coincidiendo con el San Xoán), se celebraron las primeras comuniones. Los protagonistas fueron 37 chavales. Como es norma, todos con sus túnicas blancas, y con ceremonias preparadas que se escapan a los usos clásicos.

Otra prueba del dinamismo local son los viajes. El próximo viernes toca el de este año. El destino es Polonia, siguiendo las huellas de la vida de Juan Pablo II, así que tocará recorrer la Galitzia del sur del país. Varsovia (la capital), Cracovia, Auschwitz... Son algunos de los hitos de un periplo que promete, con muchas connotaciones históricas (y religiosas). Van 47 personas y estarán hasta el día 16. Un periplo a la altura de ediciones pasadas.

Trucos de cocina

2 Los vecinos de Tella disfrutaron de una tarde de domingo culinaria compartiendo una productiva charla en el local social con uno de los representantes más destacados de los fogones de la Costa da Morte.

Juan Bautista Mato, responsable del restaurante A Lareira de Baio y curtido ya en esto de compartir conocimientos, puesto que imparte los cursos de cocina que promueve el Concello de Zas, realizó una detallada exposición de algunos de los pequeños trucos que emplea para confeccionar sus platos y para lograr que el resultado sea siempre el ideal. Cómo freír unos chipirones sin acabar perdido de aceite, hacer un flan que alcance la consistencia esperada o evitar que las croquetas se rompan en la sartén fueron algunos de los secretos que el cocinero fue desvelando a su atento público, en el que no faltó incluso algún espectador provisto de libreta y bolígrafo para tomar nota de todos ellos.

La sesión duró cerca de una hora y media y los presentes tuvieron ocasión de plantear sus dudas. Los organizadores, los responsables de la asociación de vecinos Os Seixos, quedaron muy satisfechos por la buena acogida que tuvo la iniciativa e incluso le plantearon a Juan Bautista la posibilidad de organizar un curso de cocina para el próximo otoño.

Cantando en Barreiros

3 La Coral Xan Mella de Baio regresó el sábado a los escenarios viajando hasta la localidad lucense de Barreiros para participar en la segunda edición de su Festival de Habaneras. La formación, que dirige Tatiana Pankratova, aprovechó la cita para estrenar una versión del clásico de Leonard Cohen Hallelujah y fue muy aplaudida. Para esta puesta de largo tuvieron la colaboración de Antía Vidal, al piano, y Antonio Vidal. Además, Óscar Moya animó con su guitarra la fiesta posterior a la cena.