Contaba hace solo unos días en esta misma página el escritor Juan Campos Calvo-Sotelo, promotor inicial del homenaje, que su intención con la iniciativa -la primera vez acudió el solo- era recrear de alguna manera las circunstancias y las sensaciones que experimentaron los náufragos y hacerlo en un lugar emblemático y cargado de simbolismo.
Mucho de esto se volvió a cumplir el lunes por la noche en el Cemiterio dos Ingleses, donde cerca de medio centenar de personas respondieron a la llamada de la Real Liga Naval Española (RLNE) y del Concello de Camariñas para brindar un emotivo recuerdo a los 172 marineros que perdieron la vida 124 años atrás en la Punta do Boi al naufragar el lanzatorpedos de la Marina Real Británica Serpent.
Con el beneplácito de la lluvia, pero con el frío y el sonido del mar como telón de fondo y como evocación de las circunstancias en las que tuvo lugar aquel trágico suceso, el acto arrancó de forma solemne con las voces de la Coral de Mulleres de Camariñas, que además de interpretar la pieza que lleva el nombre de la localidad cantaron una composición dedicada precisamente al suceso.
José Manuel Pato, delegado en Galicia de la RLNE, fue el encargado de explicar el motivo del homenaje y de dar las gracias a todos los participantes, mientras que Juan Campos, autor del libro Náufragos de antaño, abundó en el hecho de que no se trata únicamente de un acto en memoria de las víctimas del Serpent, sino que la intención última es recordar a todas las personas que han perdido su vida en las aguas de la Costa da Morte. A este último aspecto se refirió también el alcalde camariñán, Manuel Valeriano Alonso de León, al señalar que todos los presentes tienen algún pariente o conocido que ha sido víctima de un naufragio.
A las diez y media de la noche, a la misma hora a la que el buque inglés se iba a pique dejando tras de si solo tres supervivientes y un legado en forma de historia que ha pervivido hasta nuestros días, los participantes dieron por concluido el acto con una ofrenda floral y con el compromiso de volver a ese mismo lugar dentro de un año. Entonces se cumplirá el 125º. aniversario del suceso y la intención de los promotores del homenaje es no dejar pasar esa fecha tan señalada sin algún acto especial. Por delante tienen un año para decidirlo y para volver a invitar a las autoridades inglesas a participar. En esta ocasión, el embajador británico en España, Simon J. Manley, disculpó su ausencia por problemas de agenda, pero anunció que espera que el próximo año la embajada pueda estar «debidamente representada para acudir a esta memorable cita».