Si en su momento se hubiesen ejercido las labores de vigilancia obligadas, en Monte Neme no se habría llegado al extremo que se llegó. Fue necesaria una riada para que las Administraciones tomasen cartas. Ahora se puede decir que la actuación está siendo consecuente con la situación, pero es tarde para que la empresa corrija los daños. ¿Quién va a pagar la regeneración? Como la compañía no tiene un euro, es de temer que todos.