Los jugadores de Marcos Rodríguez encarrilaron el partido en el minuto 25
22 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En los últimos diez minutos de la primera parte, el líder Calvo Xiria encarriló el partido ante el Luceros de Cangas (30-22) en la jornada de Primera División Nacional de balonmano. El juvenil Carlos Vilanova ha vuelto a hacer un brillante encuentro, al igual que todo el equipo, a pesar de las molestias de Pablo, que se dejaron notar durante el choque.
Calvo Xiria: Iago (Naya); Manu (2), Uxío, Pablo (4, 4 p), Cuco (1), Brais (3), Carlos Vilanova (7) -equipo inicial- Julián, Iván Calvo (1), Ramón (3), Martín (4), Sergio (4), Mario (1). No jugaron el meta Zúpez y Javier.
Luceros de Cangas: Mauro Pereira; Menduíña (6, 3p), Dani Gómez (2), David Barreiro (2), Joel Fontenla (2), Pablo Castro, Hugo Rodríguez -inicial- Santi Gallego, Iván Soage (4, 1p), David Veloso, Ángel Rodríguez (1), Eloy Molanes (1) y Pepe Camiña (4).
Árbitros: Andrés Rosendo y Sergio Rodríguez, del Colegio Gallego. Estuvieron muy bien.
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 4-6, 6-7, 9-7, 12-9, 16-10 (descanso), 18-11, 19-13, 21-16, 24-16, 27.19 y 30-22 (final).
Incidencias: Floja entrada en el pabellón Vila de Noia, con 150 espectadores. El choque coincidió con la celebración del Real Madrid-Barcelona de fútbol.
Los primeros 20 minutos fueron los más igualados, en los que el Luceros llegó a tener dos ventajas (45, min 8 y 5-7, en el 12). El conjunto de Marcos Rodríguez se mostró muy regular, sin perder el ritmo del encuentro y empató el choque en el minuto 16 (7-7). Después fue atesorando poco a poco mayores diferencia, pero fue a falta de 10 minutos cuando el equipo comenzó a robar balones y a correr y marcó la máxima diferencia de la primera mitad la irse al descanso: seis tantos (16-10).
En el segundo acto, el Calvo Xiria justificó el porqué es el líder de la categorías y jugó con poder. Dos latigazos de Martín supusieron el 19-12 (min 6) y a partir de ese momento, el conjunto visitante implantó una defensa mixta sobre el propio Martín y más tarde, dos. El entrenador local, Marcos Rodríguez, aprovechó la superioridad para dar minutos a Naya, Julián, Mario y el juvenil Iván Calvo. Aun así, el equipo nunca perdió la compostura para llegar al final con una clara diferencia de ocho goles.