
Autocares J. Pombo ha bautizado su nuevo autocar con la imagen del autor de «Queixumes dos pinos»
26 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ayer fue día de estreno para Autocares J. Pombo y también, de algún modo, para Eduardo Pondal, que a sus muchas contribuciones a la literatura y a la identidad gallega, sumará ahora la de dar nombre a un autobús que recorrerá no solo la comarca, Galicia y España, sino también Europa, llevando su imagen a nuevos rincones. La apariencia más romántica del bardo, la del bigote y la perilla, ilustra ambos laterales del autocar con la inscripción Eduardo Pondal, 1835-1917.
La iniciativa partió de la fundación homónima que trabaja cada día por el legado del autor y forma parte, en cierta manera, de la conmemoración del aniversario de su muerte (2017). «Son estas cousas pequeniñas as que serven para plantar semente», decía ayer el gerente de la Fundación Pondal, Xosé María Varela, enormemente agradecido a la empresa por la iniciativa. La idea surgió cuando José Ramón Pombo, nieto de los fundadores de Autocares J. Pombo, comentó que tenían previsto comprar un nuevo autocar. Son 14 metros de vehículo (63 plazas) y, como explica José Ramón, llevarlo a cabo no tuvo más dificultad que adaptar lo que se buscaba por parte de la entidad con lo que podía rotularse en el autobús. El diseño es obra de Adrián Varela. Niños del CEIP As Revoltas de Cabana ya pudieron disfrutarlo ayer a mediodía: «Chegou o xoves pasado, pero matriculouse hoxe [por ayer]», explicó José Ramón. Él es la tercera generación de la empresa y recuerda que ya su abuelo iba con autocares a la Guerra Civil.
Hasta febrero o marzo, más o menos, el autobús andará por la comarca y recorrerá también la provincia con el Basket Coruña, pero a partir de marzo saldrá más, a otros rincones de España y Europa, dada su colaboración con las agencias. «A Fundación Pondal é unha entidade que está traballando sempre, dándolle vida a unha zona que doutra forma non a tería», explica José Ramón para razonar su colaboración constante con la asociación. Su padre, Jesús, segunda generación de autocares, también se acercó ayer a Cabana.