«El inglés es el idioma de los negocios, el esperanto es la lengua de la amistad»

CARBALLO

El idioma internacional creado por el doctor Zamenhof hace más de cien años aún es usado en la actualidad
12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Saluton (hola), dankon (gracias), bonan tagon (buenos días). Es esperanto. El idioma, creado por el médico polaco Lázaro Zamenhof (1859-1917) en 1887 sigue teniendo vigencia y es todavía expandido por divulgadores como José Antonio del Barrio, presidente de la Federación Española de Esperanto, quien recientemente estuvo en Celanova para clausurar, con una exposición, el centenario de la muerte del iniciador Zamenhof.
Vinculado a A Mezquita (A Merca) por lazos familiares, Del Barrio defiende que este lenguaje sigue vivo y que su internacionalidad puede ayudar a dar a conocer literaturas de pequeño ámbito como la gallega. De hecho, revela que recientemente se ha publicado la traducción en esperanto del libro Memorias dun neno labrego, la gran obra de Xosé Neira Vilas.
-¿En qué momento llegó a interesarse por el esperanto?
-Lo que me atrajo del esperanto es la idea que hay detrás de este idioma. Se puede expresar lo mismo que en otra lengua, pero aprenderlo tiene detrás la idea de la unidad y la colaboración entre las personas, por encima de las personas y las fronteras. La idea de amistad entre los pueblos es lo que me atrajo, pero como idioma también tiene su parte práctica.
-¿Sigue siendo útil hoy, cuando el inglés está tan posicionado como lengua franca?
-El inglés es la lengua franca actual, nadie lo niega. Es útil para hablar con camareros o recepcionistas de hotel, pero no tanto cuando uno quiere conocer un país realmente. El esperanto da la opción de contactar con personas del propio lugar, hablando de tú a tú, sin sentirte inferior a los otros. Cuando viajo utilizando el esperanto, tengo una conexión más grande con el lugar que visito que usando el inglés. Conecto con personas con las que puedo hacer amistad. El inglés es el idioma de los negocios, el esperanto es el de la amistad.
-¿Puede decirse que este idioma esté vivo hoy en día, pese a los años que han pasado?
-El esperanto está totalmente vivo. Mucha gente tiene la idea de que es un idioma que existió hace años, que fue un proyecto que fracasó. Pero el esperanto mantiene una comunidad de hablantes muy viva. Se está incrementando, por las facilidades que dan las nuevas tecnologías. Hemos notado cierto cansancio de la utilización del inglés, que abre muchas puertas, pero son muy condicionadas, sometidas a la cultura de una gran potencia, de un país determinado. En el esperanto se ve como algo más justo, por eso hay un resurgimiento. Es difícil saber cuántas personas lo hablan, alrededor de cien mil lo hacen habitualmente y unos dos millones tienen conocimientos básicos. No es un idioma hegemónico, pero sí extendido, en ciento veinte países.
«En Galicia acaba de publicarse la versión en esta lengua de ‘Memorias dun neno labrego’»
El esperanto, idioma fonético, es fácil de aprender:
-¿Cómo está estructurado este idioma?
-Es una combinación de evolución y reglas. Tiene unos fundamentos que no se pueden cambiar, como las terminaciones de palabras o las formas de hacer el plural, es un idioma fijado. Hay una evolución de estilos y creación de nuevas palabras para nuevos conceptos. Sirve para todo, para decir cosas bonitas, para insultar o decir tacos. Mirinda es una palabra del esperanto.
-¿Hay piezas literarias publicadas en esperanto?
-Sí y es muy apreciable e interesante. Hay autores españoles de primera línea. El esperanto tiene la función de dar a conocer la cultura y literatura de otros países. En Galicia se acaba de publicar la traducción al esperanto de Memorias dun neno labrego, y que se pueda leer lo gallego en Tailandia da gusto. No suele ser la literatura hegemónica en las librerías.
-¿Cómo se aprende?
-Es el único idioma que se puede aprender bien de forma autodidacta. A veces hay profesores que dan cursos, en Galicia se realizan en Vigo periódicamente. Como es un idioma fonético se puede aprender fácilmente la pronunciación.