07 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.
La gran operación Orquesta se va quedando solo en el espectáculo que se montó con las detenciones de alcaldes, ediles y demás imputados en su día. Los músicos se desinflan y las flautas, de momento, solo sonaron a absolución. Es duro llevar durante tanto tiempo el peso de un proceso. Ni el más sereno puede obviar el dedo acusador y la mirada censuradora de la ciudadanía. Y es muy difícil sacarse de encima la pena sufrida.