La gran cantidad de público provocó retenciones y Tráfico tuvo que intervenir
29 jul 2019 . Actualizado a las 15:39 h.El fenómeno geológico de la Cascada de O Ézaro (Dumbría) se ha convertido en uno de los emblemas paisajísticos de la Costa da Morte y atrae cada vez a más visitantes. La afluencia de gente se multiplica con ocasión de la iluminación del gran salto los fines de semana, como ocurrió el pasado sábado de 11 a 12 de la noche.
























Fue tanto el público que acudió a ver la fervenza de colores que se provocaron atascos, sobre todo el finalizar la sesión. Algunos usuarios tuvieron que esperar casi media para abandonar el lugar y fue necesaria la intervención de una patrulla de Tráfico para ordenar la circulación. Aun así, el buen humor era generalizado y a todos les valió la pena el esfuerzo realizado. Así lo testimoniaba la joven madrileña Raquel, que pasa las vacaciones en Galicia con su familia. Había visto la cascada de día, pero querían verla por la noche iluminada. «Es como ver una película de amor», decía. Ángela Presedo, también joven, llegó desde Padrón. La había visto de pequeñita, pero ya no la recordaba. El sábado por la noche quedó maravillada: «Una experiencia diferente». Le costó aparcar, pero valió la pena, aseguraba.
Ramón Calo vino con un grupo desde Porto do Son: «Impresionante, espectacular. Hai que vir e velo». Y por supuesto que volverá. Los colores y la música dan hechizo a un lugar ya especial.