GUÍAS DE VERANO | Este territorio atlántico se presta para perseguir los atardeceres más especiales
26 jul 2020 . Actualizado a las 16:49 h.Coleccionar todas las puestas de sol que pueden captarse desde la Costa da Morte podría ser un reto difícil hasta para el visitante más entregado, porque son muchas las atalayas que se brindan para ello, muchos los refugios para entregarse a la fugaz belleza. No obstante, debería intentarse, al menos, perseguir diez de las más simbólicas.
Desde Camariñas, Muxía, Pico de Meda (Zas), Fisterra, Caión, Cabo de Santo Hadrián y Punta Nariga (Malpica, con un proyecto para ser destino astronómico, por sus especifidades), Praia dos Cristais (Laxe)...
Cada una de ellas tiene particularidades, desde la rocosa silueta del faro Vilán recortándose en el horizonte, hasta la calma que inspira un atardecer en Lires (Cee) o en Niñóns (Ponteceso), a pie de arena.
De otro lado, en lo alto, en los casi 570 metros de altura del Pico de Meda, disfrutará de un mirador sobre Zas y las comarcas de Soneira, Fisterra y Xallas, así como parte de Bergantiños.
La búsqueda milenaria del ara solis, del altar del sol, es algo que ha llegado hasta el día de hoy en Fisterra, donde podrá alcanzarlo desde la tierra, en el cabo da Nave o a pie del faro, y desde el mar.
De completar las diez paradas, bien podría el visitante acercarse hasta O Roncudo (Corme), Santa Rosa y Traba (Laxe), Touriñán (Muxía) o el monte de San Bartolo (Vimianzo).