Cinco valientes recorrieron O Camiño dos Faros por relevos en poco más de veinte horas
CARBALLO
Son el primer equipo, al menos conocido, que logra la hazaña por el litoral de Malpica a Fisterra, luego de superar rías y playas
05 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Pasadas las ocho y media de la tarde de este sábado, cinco valientes se coronaron en el faro de Fisterra. Entre ellos, el vimiancés Damián Espasandín y Amador Pena, un gran conocido en la Costa da Morte por sus gestas en el circuito de carreras populares. Junto con Jose Sandá, Manuel Castiñeiras y Jordi Carrasco (todos ellos integrantes de la sección de atletismo de la SD Compostela), recorrieron los 200 kilómetros que unen Malpica con Fisterra por el litoral en 20 horas y 41 minutos. Partieron desde el puerto malpicán en la medianoche del viernes. Lo hicieron por relevos, tal y como inventaron los creadores de The Speed Faros Project, siguiendo la ruta de O Camiño dos Faros y emulando, así, un reto que se hace en Estados Unidos. Cada uno de ellos hizo una media de 40 kilómetros.
Son el primer equipo, al menos conocido, que logra la hazaña. Pero como avanza uno de los integrantes, el santiagués Amador, seguro que ahora serán muchos los que se animen a hacerlo. Habrá piques, pues, sobre quién alcanza el menor tiempo, pues es el objetivo principal. No descartan repetir la aventura.
«Para nós foi un éxito porque iamos coa idea de que sería complicado chegar ó final e conseguímolo. Por momentos foi literalmente complicado correr pola dureza», comentó el compostelán, muy vinculado a Corme.
«Temos unha xoia que está sen explotar»
Los participantes tuvieron que superar todo tipo de adversidades incluso antes de iniciar el trayecto, pues en principio iban a ser seis y uno se lesionó, y además tenían todo organizado para hacer los relevos de forma individual, aunque finalmente optaron por correr de dos en dos al menos en las primeras horas dada la poca visibilidad debido a la luna menguante, el encapotamiento del cielo y los peligrosos acantilados. La propia dificultad del trayecto, unido a la escasa señalización y la mala conservación en algunos puntos al no ser una ruta homologada, tampoco sirvió de ayuda. Y a todo esto hay que añadir el cansancio, las horas sin dormir...
Tuvieron que atravesar rías y playas para alcanzar la meta. Contaron con el apoyo de alguna gente -además de sus propios familiares y amigos- que no se quiso perder su gesta.
Para muchos de ellos fue la primera vez que hicieron el camino completo y les sorprendió gratamente: «Temos unha xoia que está sen explotar», comentó Pena. Solo uno hizo en tres ocasiones el ultratrail y lo acabó en dos.
Para hidratarse usaron agua del mar, rica en minerales, y alguno aprovechó los beneficios de hacer ayuno para la ocasión. El más joven tiene 35 años.