El hallazgo de restos de cerámica permitió situarla cronológicamente
15 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Estamos como un rapaz con zapatos novos». José Pérez Santos, presidente de la Fundación Brandomil, no esconde la emoción que le sacude desde el pasado viernes, cuando el equipo de arqueólogos que trabajó durante toda la semana en la localidad zasense pudo por fin confirmar lo que tanto tiempo habían querido oír: Brandomil tiene, efectivamente, una vía romana «de gran calidade» y que recuerda mucho «ás que hai en Lugo cidade».
Son palabras de Lino Gorgoso, que dirigió la intervención arqueológica y que, pese a la prudencia que siempre le ha caracterizado, ayer anunciaba emocionado el hallazgo de diez piezas de cerámica romana (tipo terra sigillata) que permitieron la contextualización cronológica de la vía. «Tiñamos dúas, pero estaban nun contexto que non nos aclaraba a cronoloxía. Agora temos dez e vinculadas a pavimentos e estruturas que estarían na finca ao lado da vía romana». Esto, dice, les hizo llegar a la conclusión de que el camino habría estado en uso «entre o 60 e o 90 despois de Cristo, polo menos».
«A alegría foi espectacular», confiesa Gorgoso: «Todo o que esperabamos poder confirmar, fixémolo». Hace un par de años, cuando hallaron restos de una vía empedrada de gran tamaño, los expertos fueron prudentes en su datación porque les faltaba encontrar algún tipo de resto que acompañase sus teorías. Ahora pueden corroborar la existencia, en la zona de Pedra do Altar (diferente a la que excavaron en 2019) de una «vía urbana, dentro da gran poboación do Brandomil romano». Y, a su vez, quedaría también prácticamente probado el origen romano de la otra gran vía hallada en 2019. Todavía no están en disposición de asegurar que se trate de la XX, per loca maritima, pues para eso tendrán que esperar «a atopar algún día un miliario que o certifique». «Na provincia da Coruña non coñezo grandes tramos de vía XIX ou XX», señala Gorgoso, de ahí la importancia de seguir buscando para poner a Brandomil en el mapa de comunicaciones de los romanos.
La teoría de que por la localidad zasense pasaba un ramal del itinerario que unía Bracara Augusta (actual Braga) con Lucus Augusti (Lugo) está muy extendida, y refrendada sobre todo por la proximidad de dos yacimientos mineros, como son Vilarcobo y Limideiro, que podrían haber surtido de minerales a los antiguos romanos.
«Pasaremos o xeorradar. Agora que sabemos que está aí, trataremos de delimitala»
El último día de la prospección arqueológica hasta Brandomil se acercaron representantes de la Dirección Xeral de Patrimonio, que comprometieron su apoyo para que la iniciativa tenga continuidad y se acometan actuaciones a corto y medio plazo. «Dados os resultados obtidos, propuxeron unha ampliación», reseñó Ligo Gorgoso. La idea sería en un futuro próximo hacer una intervención a mayor escala y poder descubrir, si es posible, la mayor cantidad de restos. Para eso será necesaria la implicación de todas las Administraciones y, claro está, de la Fundación Brandomil, que posee además los terrenos.
Para empezar, en septiembre pasarán el georradar por la zona «para localizar máis estruturas», explica el arqueólogo. Ahora que saben que está ahí, «vamos intentar delimitala». Además, tratarán de eliminar masa vegetal para dejar más a la vista los yacimientos y para que las raíces no los sigan dañando.