El físico, emocionado, presumió de su origen y de su gente
19 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La plaza nueva de Baio, al lado del río, y del paseo, con fuente llamativa; la que hoy acogerá la feria mensual, se llama desde ayer Jorge Mira Pérez. El nombre ya era oficioso desde que se anunció el nombramiento, a instancias del BNG y el PP de Zas, por unanimidad, pero ayer fue el bautismo. El descubrimiento de la placa, escondida bajo una tela de liño en un monolito del lateral de este gran espacio de casi 6.000 metros cuadrados, lo realizó ayer el propio Jorge, poco después de las 13.30, como colofón a unos actos que habían comenzado casi hora y media antes, y en medio de los aplausos de decenas de vecinos, de Baio y de la comarca, que acudieron a arroparlo.
El arranque fue en Zas, en el Concello, con un pleno extraordinario para aprobar formalmente ese nombramiento, además de enumerar sus méritos, que no son pocos (ni siquiera en la versión resumida). Sobra decir que hubo pleno consenso por parte del BNG y el PP en el reconocimiento a su valía. Mira dijo ayer unas breves palabras, que ampliaría más tarde en la plaza, bajo una carpa, en una mañana en la que hasta el tiempo acompañó. Le falló un poco la salud, pero sin mayores incidencias: un covid inoportuno sin efectos secundarios más que el hecho de que lo recordará para toda su vida.
Bajo la carpa, en una pantalla gigante, se proyectó un vídeo elaborado por la técnica Tania Carreira sobre la evolución de ese espacio que hasta no hace tanto eran leiras y hoy un moderno espacio público con aparcamientos. Muíño explicó que los dos grupos nunca tuvieron dudas sobre el nombre, acorde a la importancia del lugar, con la novedad de que se trata de una persona viva, y no se les suele dar estos homenajes. Pero creyeron que mejor ahora en atención a sus méritos profesionales y, sobre todo, personales; de implicación con Baio, Zas y la comarca, «un compromiso social co medio no que vive, iso é fundamental».
Tras una nueva exposición de su extenso currículo, Jorge dijo que no tenía palabras. No como tópico, sino en serio. Acostumbrado a recibir premios y reconocimientos de todo tipo, dejó claro que ser agasajado así por los vecinos y Concello en la propia localidad está a otro nivel de orgullo personal y agradecimiento. Un orgullo también para su madre, que recibe con relativa indiferencia otras menciones, pero que cuando se enteró de esta quedó impactada.
Mira presumió de ser baiés, de Baio. De su gente. Cree que algunos piensan que exagera, pero está seguro de que no. Opina que su forma de ser tiene mucho que ver con eso, con pertenecer a esta parroquia, marca. Una villa que nació de un cruce de caminos, con gente que siempre ha ayudado en todo y para todo. Él mismo lo ha hecho en sus múltiples proyectos, con colaboraciones permanentes, y con gente muy bien elegida. Solo en sus trabajos tiene casi 200 coautores. Y además, obras en las más variadas disciplinas, no solo la suya, la física. A los que se sorprenden se lo justifica de manera clara: «É que son de onde son».
Jorge dijo que siempre vuelve a Baio. Siempre es siempre, ni se plantea marchar. El padrón nunca lo ha cambiado: «Necesito ter contacto con isto». Ahora, también con la plaza, un lugar de reunión, que es como nace el conocimiento y los aportes, como ocurría en la mejor Grecia. Y sumar, unir, forma parte del espíritu baiés, así que de ese sitio pueden salir buenas y nuevas ideas para el bien común. «Son, ante todo, baiés, e sereino toda a miña vida e a moita honra», concluyó, emocionado.
Fue después cuando llegó ese descubrimiento de placa ya citado. Y muchas fotos y saludos de amigos y vecinos. De representantes de entidades. De mayores y de jóvenes. Y de autoridades (además de la corporación de Zas) de la zona, como los regidores de Fisterra o Laxe, una edila de Vimianzo, una representante de Cabana, el exalcalde de Corcubión... Los pinchos bajo la carpa fueron el remate.