El vandalismo se extiende por varios puntos de la Costa da Morte

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Los ataques al patrimonio público se concentran en fechas festivas y vacacionales. Una de las últimas actuaciones, en Pedra Vixía

17 oct 2022 . Actualizado a las 12:11 h.

No hay más que echar un vistazo en redes sociales o charlas con personas que caminan o corren a diario para darse cuenta de que el vandalismo en pequeñas dosis corroe el patrimonio de la Costa da Morte. La mayor parte de las denuncias, que muy pocas veces llegan a los agentes de la autoridad, se concentran períodos festivos o vacacionales. Así, en abril hubo numerosas quejas, y posteriores arreglos, por parte particulares y concellos y ahora la situación se repite.

Una mujer que caminaba de madrugada por la senda de Laxe llamó la atención a dos personas que maltrataban los aparatos de gimnasia para mayores instalados y hace ya varios días que laxenses y visitantes se quejan de que los coches bajan hasta la conocida Praia dos Cristais y, lo que es peor, que esos vidrios que la hacen tan especial desaparecen a ojos vista. Además lleva tiempo roto el cartel que advierte que no se pueden recoger.

En Pedra Vixía la situación es mucho peor. La asociación Tabeirón baiesa denunció que el 30 de julio apareció rota la puerta del molino. Ahí sigue, aunque las instalaciones de este enclave zasense están en unas condiciones deplorables, empezando por los inexistentes aseos.

Un vecino de Vimianzo que realiza a menudo la ruta de los Penedos de Pasarela y Traba se encuentra con demasiada asiduidad con señales tiradas y, lo que es peor, pintadas en algunas rocas.

Basta que un lugar esté apartado para que ya se convierta en pasto de los vándalos y lo peor es que aunque los ataques coincidan con períodos vacacionales, todos los indicios apuntan a que los que comenten este tipo de hechos suelen ser vecinos de la zona en cuestión o, al menos, visitantes habituales.

Ana García

Además, en muchas ocasiones el arreglo de un determinado lugar ya es suficiente para que se desarrollen todo tipo de tropelías. Pasó en el recientemente remozado paseo fluvial de Cereixo. A principios de julio ya le habían causado importantes daños que en buena parte han sido subsanados.

Ana Garcíca

A mediados de julio en Cee no solo arrancaron de cuajo el arce plantado por Concha Blanco en su plaza sino que además cortaron con una radial el bastón de peregrino que forma parte del conjunto escultórico que homenajeaba la figura del caminante xacobeo en la Alameda, y también causaron daños en el monumento erigido a los profesionales de la medicina.

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En A Laracha, la acción de los gamberros en este estío se ha centrado especialmente en el paseo de Caión. El Concello calculó que se habían perdido unos 4.000 euros en las luminarias que aparecieron rotas.

En ocasiones el vandalismo es muy especializado y busca obtener dinero, como en el caso del Atlante del faro de punta Nariga, pero en la mayor parte de los casos lo único que se busca es causar daño o llamar la atención.

En general, como ha ocurrido en lo que llevamos de verano, el mobiliario urbano, los paseos y los contenedores son los principales objetivos. Además, en muy pocas ocasiones se consigue dar con los responsables y menos pillarlos con las manos en la masa. Lo habitual es que sean los concellos los que tengan que asumir la reposición de lo perdido, la reparación de lo dañado o la limpieza de lo ensuciado.

En abril hubo también varios problemas, la mayor parte de los cuales afectaron a A Laracha. En dos ocasiones hubo daños intencionados en el parque canino. También coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa se provocaron daños en colegios, especialmente en el de Razo, probablemente por la celebración de botellones.

Las plantas son una gran atracción para las personas incívicas

El Concello de Carballo puso en marcha a mediados de junio una campaña para evitar la sustracción de plantas en los jardines. La idea era colocar una señal en cada lugar donde hubo un daño o una sustracción y a tenor de los datos que se manejaban buena parte del casco urbano tendría que estar marcado. Señalaban que a lo largo del año hubo que reponer unas 300 plantas solo en el Rego da Balsa. Todas se perdieron por conductas incívicas como el hurto o permitir de niños o mascotas las pisotearan.

De hecho, en Carballo, cada mes es necesario colocar cientos de nuevas plantas y muchas zonas de los jardines se encuentran valladas para evitar que sigan pisándolos y se puedan recuperar la hierba. A mediados de julio alguien arrancó de raíz el arce que la escritora Concha Blanco plantó hace unos meses en la plaza que lleva su nombre en Cee. Este tipo de hechos son bastante corrientes en toda la zona. En Carballo han desaparecido decenas de pequeños arbolitos recién plantados.