Crónica de una lectura anunciada

Quiero empezar rememorando mis primeras vivencias prelectoras en las etapas de la infancia y la juventud, con las cuales empecé a subir los peldaños de la difícil escala y me vacunaron contra la anorexia lectora.

Por ejemplo: la narración oral en boca de mi abuela analfabeta, con la única intención de que degustara sus manjares cucharada a cucharada, o como más o menos a los 15 años mis padres, al observar mi pasión libresca, aceptaron sin cortapisas mi intención de hacerme socio del Círculo de Lectores, en el cual permanecí hasta su reciente clausura. Y ya estudiante de bachillerato en el Instituto de Mieres (Asturias), la profesora de Lengua y Directora Carmen Bobes, a posteriori catedrática de la Universidad de Oviedo, nos narraba al comienzo de las clases El maravilloso viaje del pequeño Nils Holgerson a través de Suecia, de la autora Selma Lagerlöf (1858-1940), la primera mujer en obtener el Premio Nobel de Literatura en 1909. Todo un acierto pedagógico, pues «aprendí a escribir, a crear mundos imaginarios, escuchando», acertada expresión del autor Luis Mateo; o «las cosas que se oyen, no las que se enseñan, forman el espíritu de los niños», cita de Angelo Nobile.

Toda la adquisición de esos tempranos hábitos lectores me llevaron a crear en el primer centro en el cual estuve destinado una vez aprobadas las oposiciones, y tras ofrecerme como «organizador y dinamizador» de la maltrecha biblioteca (un destartalado almacén donde se almacenaban sin orden ni concierto los escasos libros disponibles) un Boletín Informativo de la Biblioteca, el germen de la revista Platero, elaborado a «ciclostil» —aún lo digital estaba ausente—, y cuyo objetivo era informar a los compañeros sobre los fondos disponibles y las actividades animadoras.

«Para mi cordial incordiante»

En el primer número de este boletín se publica una entrevista con José María Sánchez?Silva, el autor de Marcelino Pan y Vino, el único español galardonado con el Premio Andersen en 1968, y por entonces subdirector del diario Arriba. ¿Cómo fue posible esta entrevista? Pues en Segovia, «disfrutando» de la mili, tras adquirir un manual de segunda mano de Marcelino dedicado a su hija monja en un convento de la ciudad, fui a visitarla y me facilitó su teléfono. Contacté varias veces con él sin obtener respuestas, hasta que por fin, me envió las respuestas a la entrevista. Y tuve la fortuna de recibir un libro con una dedicatoria: «Para mi cordial incordiante».

Y otra curiosa anécdota literaria, en la milicia segoviana, que contradice todo lo anterior: en la revisión mensual de las taquillas, el sargento de turno, de cuyo nombre no quiero acordarme, censuró El libro del buen amor, del Arcipreste de Hita, el segundo que había adquirido de segunda mano, por considerarlo improcedente.

Y, para finalizar, dos apuntes bibliográficos. El primero sobre la revista Platero —Literatura infantil y juvenil, Animación a la Lectura y Bibliotecas Escolares—, de distribución gratuita en toda España tanto en formato papel como digital, editada en Oviedo por un grupo de docentes de Primaria y Secundaria, y que próximamente celebrará su 40.º aniversario. Entre otros hitos de la revista, pues destacar los monográficos destinados a escritores como Ana María Matute, Gloria Fuertes, Charles Dickens, Julio Verne, Roald Dahl, Gianni Rodari, Michael Ende, Edgar Allan Poe… sin olvidar otros autores como Jordi Sierra i Fabra, Agustín Fernández Paz, Maite Carranza, Juan Farias, Monserrat del Amo, Laura Gallego, Juan Muñoz Martín, el autor del clásico Fray Perico y su borrico… o de números dedicados a las Bibliotecas Escolares o a reseñas de libros sobre violencia de género, el acoso escolar… Y para el segundo apunte, pues algunas citas de diferentes expertos que despertaron mis zozobras y ansias por implicarme, y que sin duda agradecerá cualquier docente que desee implicarse de manera decente en el fomento de la lectura entres sus discípulos:

• John Locke: «El gran arte del profesor es el de obtener y conservar la atención de su alumno».
• Daniel Pennac: «El amor a la lectura depende de la tradición oral» y «Hay que darles a oler que detrás de cada libro hay una orgía de placer».
• Nando López: «Mientras las tildes estén en su sitio, seguro que lo demás no importa demasiado».
• Gilles Deleuze: «Un buen maestro no es el que ordena ‘hazlo como yo' sino el que dice ‘hazlo conmigo'.
• Fernando Lázaro Carreter: «La literatura es lo que a una persona le parece literario».
• Jorge Luis Borges: «Hablar de lectura obligatoria es como hablar de felicidad obligatoria».
• Fernando Savater: «Todos nuestros goces, salvo los más instintivos, son aprendidos, es decir, imitados».
• Frank McCourt: «Yo soñaba con una escuela donde los profesores fueran guías y mentores, en vez de capataces».
• Gregorio Luri: «Nuestro fracaso escolar es, básicamente, un fracaso lingüístico».

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