La Costa da Morte hizo memoria este 2022 de la gran catástrofe medioambiental
09 ene 2023 . Actualizado a las 18:26 h.La primera vez en que la hemeroteca de La Voz recoge la palabra Prestige se remonta a 1933. Era una breve reseña de entradas y salidas en el puerto de Vigo: «Procedente de Plymoth, ha entrado en el puerto el vapor inglés Britsh Prestigé. Ha venido aquí a desembarcar a uno de sus tripulantes que se hallaba gravemente enfermo». Nada que ver, desde luego, con el Prestige que, desde el 2002, ocupa miles de referencias en este periódico: así sigue siendo dos decenios después, en una cronología judicial que se alarga. El jueves 14 de noviembre de ese año, La Voz llevaba a su portada estos titulares: «Un petrolero a la deriva amenaza Galicia con otra gran marea negra», «El Prestige, con 77.000 toneladas de combustible, vierte fuel a 50 kilómetros de Fisterra», «Un remolcador intentaba anoche alejar el buque para mitigar la catástrofe ecológica», «El temporal, con vientos de 90 kilómetros por hora y olas de 9 metros, agrietó el buque y obligó a evacuarlo», «Los tanques del barco pueden reventar bajo el agua por la fuerte presión», «El buque se escoró unos 45 grados tras sufrir una vía de agua a causa del oleaje». Todo lo que vino después aún está en la memoria de la Costa da Morte: un mar de vida teñido de muerte que ennegreció mucho más que el litoral, una movilización sin precedentes por una cuestión medioambiental (la marea blanca frente a la negrura del chapapote) y pérdidas irreparables, como la del anacoreta Man de Camelle: no pudo hacer frente a tamaña oscuridad. Veinte años después de todo aquello, y con legados que lo recordarán siempre, como el parador muxián, la Costa da Morte ha vuelto a hacer memoria: mesas redondas, placas, documentales o tributos al voluntariado, como el que llevó a Camariñas este noviembre a la ministra Isabel Rodríguez.
30 años del Casón: un éxodo que nadie ha olvidado
En una comarca como la Costa da Morte, que lleva en su nombre implícito el mar, no hay memoria posible sin que en ella haya naufragios y embarrancamientos. En Fisterra recordaron este 2022 otra efeméride, la del Cason. A primera hora del 5 de diciembre de 1987, el buque lanzaba un SOS y no tardaría en ver sus días acabados en O Rostro. No esperó a tanto la tripulación, de origen chino, que se echó al agua, lo que empezó a crear alarma: 23 fallecidos y 8 supervivientes, con imágenes difíciles de alejar de la retina. Con Chernóbil aún reciente, las explosiones de la carga, tóxica, el mutismo, la desinformación, los rumores sobre posible radiactividad... todo ello armó la histeria colectiva que acabaría con el éxodo de más de 15.000 vecinos de Fisterra y municipios vecinos en la noche del día 10. Se echaron a las carreteras con lo puesto, pensando que no volverían. Por fortuna, sí.