
Fue en Razo, donde está enterrado desde 1993
05 ene 2023 . Actualizado a las 09:59 h.Tal día como hoy de 1993, Carlos Díaz Gestal, O Xestal, era enterrado en Razo, Carballo. Tras unas honras fúnebres públicas sentidas y vistosas en la capital municipal, sus restos reposaron en el nicho que una vecina, María Villar Rodríguez, le cedió, pues no tenía (además residía en la parroquia de al lado, Lema), y donde después lo acompañaría su madre. Hace unos dos años, o poco más, esos restos fueron trasladados a un panteón próximo, en la zona ampliada, reservado a «sacerdotes y pobres». Sin marcas ni identificaciones. Gracias a que la vecina lo recordaba, ayer pudo colocarse una placa en su base, antesala de un lugar más apropiado más adelante. Y fue donde ayer se realizó un emotivo homenaje que empezó como acabó, con música de la Banda Municipal de Gaitas de Carballo. Primero, con dos muiñeiras, y finalmente, con el Himno do Antigo Reino de Galicia que O Xestal ayudó a recuperar, además de una ofrenda floral en las manos de María. En medio, la presentación de los actos de homenaje (habrá muchos más) a cargo de Ánxeles Ares, de Lumieira, y María Fuentes, del Coro Aires de Bergantiños que O Xestal fundó e impulsó. Dos entidades, junto al Concello o Radio Voz, que promueven el reconocimiento que llega a los 30 años de su muerte y 90 de su nacimiento.
Habló Xurxo Souto, buen conocedor de Carlos. «O seu nome, con só pronuncialo, xa provoca un sorriso», dijo. Del artista elogió su talento y su inteligencia. «Era moito máis que un humorista: era un sabio, que usaba o seu talento en clave de humor». Con contos, cantando, esforzándose por la cultura, pero también por las causas sociales, como la lucha de Baldaio o llevar la luz a algunos lugares. Y le tocaron tiempos difíciles, además.
El alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, cerró las intervenciones con una «lembranza de sorriso e agradecemento», que es lo que O Xestal le evoca. «Mentres o recordemos, segue con nós, como guía e exemplo de compromiso, amizade, cariño aos demais e desinterese no que facía, sempre colaborando», indicó, antes los aplausos de unas decenas de personas que acudieron al camposanto de Razo en la tarde húmeda y de invierno, de ayer.