El cielo es un espectáculo. Además de su belleza intrínseca, atesora la base de un conocimiento científico tan inmenso como el universo mismo. Pero es que, además, es fuente de hermosas historias y leyendas que nos vienen acompañando desde el principio de los tiempos. Cada estrella está cargada de mitos. En fin, una riqueza insondable de la que se puede disfrutar en muchos momentos del año. Y una fuente de recursos inagotable que hay que cuidar evitando la contaminación lumínica. Está claro: a veces, el exceso de luz te impide ver el valor del horizonte.