
Perdió contra el Laredo (0-1) por un gol en propia meta de Brunet
27 feb 2023 . Actualizado a las 21:27 h.A perro flaco todo son pulgas. Trasladado al Bergantiños, su racha es realmente desastrosa. Con la de este domingo son ya ocho derrotas consecutivas en liga, con dos goles a favor y 14 en contra. Y por si fuera poco, el Laredo sacó petróleo de un gol en propia meta de Brunet. Ahora sí, el cuadro de José Durán atisba por el retrovisor el precipicio de la Tercera División.
Sorprendió José Durán al cambiar el sistema para contrarrestar el juego directo del Laredo. El técnico carballés optó por un 4-4-2, con Josiño e Iago Beceiro por las bandas y Pedrosa y Pacheco en el ataque, con Remeseiro como brújula del equipo.
La apuesta del preparador lucense le salió bien al principio porque el Bergantiños fue mejor y llegó con cierto peligro a la portería defendida por David Puras. Remeseiro se desesperaba una y otra vez porque sus faltas no encontraban rematador. Pedrosa, de disparo lejano, y Pacheco, de cabeza, lo intentaron en los primeros compases del encuentro. Pero al cuarto de hora el Laredo ya se había hecho con la manija del choque.
El técnico visitante, Iñaki Zurimendi lo tenía muy claro. Planteó un encuentro a lo físico, con cinco defensas atrás y dos mediocentros pegados a la línea de tres centrales para no dar opción al juego combinativo de los locales.
Con un ataque directo, segundas jugadas, un presión alta y balones en largo a Musy, Mikel Álvaro y Chus Puras por el flanco izquierdo los cántabros comenzaron a crear serio peligro. De hecho el mejor del primer acto fue, sin duda, el portero carballés. Santi Canedo realizó tras grandes intervenciones que evitaron que el cuadro visitante se marchara a vestuarios con ventaja. Primero desbarató un remate a bocajarro dentro del área de Santamaría. La segunda ocasión fue un lanzamiento desde unos treinta metros de Mikel Álvaro. El balón se fue al poste, golpeó en Canedo para que, finalmente, Agulló enviara saque de esquina. Y la tercera ocasión fue un pase de Chus Puras (el lateral completó un gran encuentro en As Eiroas) a Andrés Carral, quien, desde el borde del área, disparó y el balón salió, por encima, rozando la portería de Canedo. Un primer acto que finalizó sin goles pero que, a los puntos, fue mejor el Laredo.
Durán aprovechó el descanso para hacer cambios tácticos. Los más significativos, dar libertad de movimientos a Josiño y Beceiro. El segundo acto comentó bien para el Bergantiños, que logró crear peligro por las bandas, aunque sin acierto rematador. Durán movió ficha en el minuto 60: retiró a Pedrosa y sacó a Boedo. El equipo mejoró, pero llegó un nuevo infortunio en forma de gol.
Transcurría el minuto 65. Se produjo una falta en el flanco izquierdo del ataque del Laredo. La sacó Edu Martínez, que había saltado al terreno de juego tres minutos antes. El balón le llegó al área a Ander Santamaría quien, de cabeza, prolongó área pequeña, y Brunet desvió ligeramente el esférico al fondo de la portería de un desesperado Canedo.
El Laredo, que en los últimos tres partidos los había saldado con empates a cero, se ponía por delante. Iñaki Zurimendi no tocó nada del equipo. Durán siguió agitando el banquillo. Tiró de Palomares, Julen Álvarez y Garrido para equilibrar la contienda. El equipo llegaba, pero no remataba. Los cántabros, por su parte, defendían como gato panza arriba. Balones en largo para Musy y esperar a la segunda jugada. El tiempo volaba en contra de los intereses de los locales, incapaces de desarbolar el tejido defensivo visitante.
A la desesperada, el preparador carballés situó al central Pablo Agulló como delantero centro y a Remeseiro de central. Y así llegaron las dos últimas claras ocasiones del choque, ambas para el Bergantiños. La primera de Julen, quien incomprensiblemente envió fuera un balón franco dentro del área. Y en la última jugada del partido, Boedo se internó en el área por banda derecha, se fue de Ander Santamaría y cedió el balón a Pacheco, quien también envió fuera con Puras completamente batido.