El conflicto entre oleiros y Concello de Malpica podría terminar ante el juez
CARBALLO
El edil Alfredo Cañizo también solicitó registrar la marca Mostra da Olaría
17 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El mismo día en que la abogada que tramitó la marca Olería de Buño enviaba un burofax al Concello de Malpica avisando de que se tomarían acciones legales si el gobierno local no suspendía la Mostra, el concejal Alfredo Cañizo solicitaba el registro del nombre que había utilizado para el evento celebrado del 3 al 6 de agosto. Había tenido que recurrir a la nueva denominación porque la otra es propiedad de la asociación de artesanos desde el año 2011.
El alcalde malpicán, Eduardo Parga, reconoció ayer que Cañizo Garrido le había hablado de la intención de proteger el nombre Mostra da Olaría, pero que él no había hecho la petición. Será esa una se las cuestiones a las que se agarrará la abogada Marta Vázquez, porque el regidor es el único que puede pedir una inscripción en nombre del Concello. Así, el primer paso será personarse para anular un registro en la Oficina Española de Patentes y Marcas que los artesanos de Buño consideran que se parece demasiado a la suya propia. La intención de impugnar ya ha sido tomada.
Cañizo Garrido también pidió en abril la anotación de la marca A Mikaela de Buño. Lo hizo a su nombre y aunque aseguró que lo había hecho en nombre del Concello, porque esa fue la dirección que puso, lo hizo sin decírselo al alcalde. Después dijo que se cambiaría el nombre para que quedara como propiedad de la asociación Amigos da Mikaela, pero no hay constancia de que ello haya ocurrido, aunque los anteriores directivos de la entidad estuvieron de acuerdo y aportaron el NIF y otros documentos.
Más complicado será lo que puede ocurrir con la marca Olería de Buño. El burofax enviado es el primer paso para una posible batalla judicial, en la que los oleiros pueden llegar a pedir indemnizaciones por daños y perjuicios. Es posible que se llegara a un juicio por una cuestión de propiedad industrial que habitualmente se ve por la vía administrativa, pero que en este caso tendrá que ir a contencioso porque está implicado un concello.
En el burofax que envío la abogada a Alfredo Cañizo, la letrada recuerda que la denominación registrada Olería de Buño tiene reservado «el derecho exclusivo de impedir a terceros, no solo la fabricación de productos protegidos que no cumplan determinadas técnicas y estándares de calidad, sino que abarca la organización de cualesquiera feria, muestra o evento sobre aquellos, por lo que la celebración de los mismos sin consentimiento del titular marcario puede ser constitutivo de infracción de los derechos de propiedad industrial».
Considera que con la misma la marca de los oleiros también se vio vulnerada. «pues la misma se usa por parte de la Administración para promocionar productos y servicios que son similares, pero ajenos a los protegidos, a fin de conseguir otros fines que se desconocen, pero, en todo caso, provocando la atención de un consumidor que confía erróneamente en que lo que se le muestra es original y consentido».
Además recordaba que la Olería de Buño se vincula «en la mente del público destinatario», con los talleres y las tiendas y no con la Administración.
El requerimiento que se le hacía al concejal antes de la inauguración era «el cese inmediato del uso de la marca registrada Olería de Buño o cualesquiera otro denominativo o signo que sea similar y pueda generar signo de confusión en el público».
Ahora tendrá que ser la asociación de oleiros la que tome la decisión de hasta que punto quiere enfrentarse al Concello de Malpica en un juicio contencioso administrativo, que puede resultar muy largo y caro. En todo caso, este tipo de acciones ponen de manifiesto que todavía no se ha producido ningún acercamiento entre los artesanos y el gobierno local.