«As limpezas do litoral tamén son un xeito de descubrir e coñecer o territorio»

Patricia Blanco
PATRICIA BLANCO CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

CRISTÓBAL AÑÓN

Virginia Barros, diplomada en Turismo y también guía, preside la entidad Mar de Fábula. Sobre todo en verano, turistas y visitantes se suman al voluntariado ambiental. ¿Hay ahí un potencial en la Costa da Morte? Puede

29 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Alguna experiencia hay, como los campos de voluntariado, pero aún parece lejos en la Costa da Morte el turismo ambiental o de limpieza que tiempo atrás llevó a Virginia Barros (A Coruña, 1975) hasta el sur del Alentejo, en Portugal, durante una semana entera y solo con ese fin. No obstante, lo cierto es que limpiezas de playas y coídos como las que promueve el colectivo Mar de Fábula que ella preside también tienen una vertiente de hallazgo. «As limpezas do litoral, efectivamente, son unha forma de descubrir ou coñecer mellor o territorio. Non só para a xente de fóra, tamén para nós. A Cuño eu tal vez non tería ido de non termos organizado unha actividade así alí. Antes da limpeza hai que facer un traballo de campo, saber por onde sopra o vento, como son as mareas... E cada limpeza ten as súas características. Nas Sisargas ou en Punta Cagada, o lixo retirouse con embarcación», relata.

Mar de Fábula desarrolla un gran trabajo de divulgación, pero son quizás estas acciones de retirada da basura marina las que le dan más visibilidad a un colectivo que en enero del 2024 cumplirá diez años. En una de las más recientes, desarrollada en Mar de Fóra (Fisterra) en colaboración con Costa da Morte Asociación Turística (CMAT), tomaron parte varios bloggers. A esta cita también acudió como voluntaria una pareja madrileña que estaba por la zona, y no solo eso, sino que informó a Mar de Fábula de la iniciativa Abrazo al agua. Minutos antes de que Virginia contase todo esto, una turista entraba en la sede de Fábula en Camelle para interesarse por el espacio. Se presta a ello, es vistoso e inspirador, todo «a base de refugallo marino» convertido en arte.

CRISTÓBAL AÑÓN

Obviamente, esta afluencia de voluntarios visitantes se reduce fuera de los períodos vacacionales, pero el tirón de las actividades de limpieza podría tener su «potencial», concuerda. Alude a la cantidad de personas que en su día fueron voluntarios para limpiar el chapapote del Prestige y que regresan a esta zona con su familia para contarles lo que aquí vivieron: «A xente está cada vez máis concienciada, e no caso destas persoas estano máis do habitual, así que neles hai un colectivo potencial para as limpezas», apunta. Otra muestra la tienen en los obradoiros-campamentos de verano que promueven, este año uno, y a los que acuden tanto niños de Camelle y entorno como otros visitantes: «Córrese a voz».

CRISTÓBAL AÑÓN

En breve Mar de Fábula abrirá su labor a otros colectivos, como es el caso del Centro de Inclusión Social de A Coruña: «Teñen todo o dereito de pasar un día aquí á na beira do mar, ao aire libre, e teñen tamén toda a obriga de limpar o seu entorno. O medioambiental é un problema que nos atinxe a todos», reflexiona Virginia. Se hará casi a modo de excursión, con visita final al Museo Man, testando las bondades que tiene esta modalidad de pisar el territorio: «Estar en contacto coa natureza, co voluntariado, cos demais, esquecendo por un momento problemas propios». Es un nuevo frente que se sumará al de los escolares, por los que pasa el futuro: «Os nenos son medios de comunicación, nas charlas sempre lles digo que teñen un súper poder, o de influír no seu fogar e entorno, trasladando esta mensaxe de coidado ambiental aos adultos».

Virginia Barros, vecina de Camelle desde hace cinco años, asumió en enero la presidencia de Mar de Fábula. Lo hizo relevando a su padre, en tanto que el colectivo nació en el núcleo familiar. Poco o nada le ha cambiado el cargo, al margen de que ahora «teña máis visibilidade ou firme máis», ríe. Barros es diplomada en Turismo y acumula unas cinco temporadas contratada como técnica del faro Vilán de Camariñas, escenario magnífico para acercarse al significado de la Costa da Morte y espacio cargado de simbolismo para ella. Le encanta el contacto con la gente, y así lo testó durante los ocho años que fue hostelera en Arteixo, al frente del Café de Fábula, que inicialmente fue sede de la entidad ambiental.

Virginia está convencida de que «todos temos un botón para facer que as cousas vaian mellor ou peor». Este año, ella se ha lanzado como autónoma y ha creado Rutas de Fábula, proyecto en el que ejerce de guía turística por la Costa da Morte, con rutas personalizadas: una persona, una pareja, un bus de visitantes... Mayor o menor edad... También lo hará en otoño e invierno, porque como socia que es de la Asociación de Profesionais de Turismo da Costa da Morte (APTCM), quiere contribuir con su grano de arena a desestacionalizar el sector.